El proyecto para recuperar la casa de Francisco Beiró podría perder estado parlamentario
La iniciativa busca recuperar la histórica vivienda del dirigente radical de Villa Devoto. Los vecinos advierten que la construcción está abandonada desde que la adquirió una inmobiliaria en 2008.
El proyecto de ley que busca recuperar para el dominio público la casona de la calle José Cantilo al 4500 donde vivió el diputado radical Francisco Beiró, perderá estado parlamentario si no se trata antes del cierre del año legislativo. Los vecinos y vecinas de Villa Devoto señalan que desde que la propiedad fue adquirida en 2008 por una inmobiliaria, comenzó un proceso de completo deterioro pese a tener protección estructural.
Por esto, los residentes de la zona y la Junta de Estudios Históricos de Villa Devoto, se manifiestan por su recuperación, planteando diversas alternativas posibles, incluyendo la posibilidad de convertir la casona en un museo, por tratarse de un patrimonio histórico que es preciso resguardar.
El proyecto de ley 1961 del 2020 es la tercera iniciativa que mantiene la esperanza de los vecinos de la zona para poder salvar la histórica casona de José Cantilo al 4500, que forma parte de la identidad del barrio. En 2009 y 2011 otros dos proyectos para expropiar el inmueble ya habían perdido estado parlamentario, y el actual, presentado en 2020, podría correr la misma suerte si no se debate antes del 15 de diciembre, en la última sesión del año.
Además de declarar a la vivienda de «utilidad pública», el proyecto prevé «la restauración y puesta en valor de la totalidad de la fachada, incluyendo su entorno, así como de las áreas internas del inmueble».
Desde un hilo de la cuenta de Twitter Buenos Aires Perdida, que se viralizó en febrero, se difundió la situación crítica de la Casa Beiró, entre otras postales del patrimonio histórico perdido de la Ciudad. «La compró una inmobiliaria en 2008 y desde entonces la abandonaron, posiblemente para que se deteriore y el GCBA autorice su demolición», señalaron.
«La casa perteneció a descendientes de Beiró hasta ese año en que se vende y lamentablemente quedó en manos de una inmobiliaria de la zona. En ese momento estaba en perfecto estado, pero cuando se le dio la protección estructural la abandonaron por completo y ahí el deterioro se aceleró muchísimo», señaló a Página 12, Yamila Rambaldi, vecina de Devoto y propietaria de la cuenta Buenos Aires Perdida.
Fue la Junta Histórica de Villa Devoto quien al enterarse en 2008 de la venta del inmueble y ante los rumores de una posible demolición, consiguió que se aprobara la protección estructural para la casona, lo que prohíbe que pueda ser derrumbada y a partir de entonces los nuevos dueños la abandonaron y tampoco se la protegió ni impulsó su recuperación.
«El gran problema es de presupuesto, nadie quiere expropiar porque dicen que el costo es muy caro. Pero por otro lado uno ve que la plata que llega, por ejemplo, de convenios urbanísticos no se usa para cosas como estas que son de importancia para la protección patrimonial», sostuvo Rambaldi.
La ley de protección de 2008 detalla que el edificio construido por el propio Beiró en la década del ’20 abarca 265 metros cuadrados construidos y tiene un «estilo arquitectónico que puede encuadrarse en el eclecticismo» con «influencia italianizante evidenciada en la severa volumetría y la ornamentación de poco relieve de sus fachadas». De la quinta original se conserva solo la casa principal y su jardín delantero. El resto de la quinta fue loteado, y las caballerizas y cocheras demolidas en la década del ’60.