Día del Árbol: ¿por qué se celebra el 29 de agosto en Argentina?
Fue por impulso del Dr. Estanislao Zeballos para generar conciencia ecológica en nuestro país. Los árboles son Imprescindibles para la vida en el planeta y se dedica un día para difundir e informar.
Hoy se celebra el Día del Árbol en la Argentina para concientizar sobre la relevancia de los árboles para la vida del planeta. Uno de los beneficios más importantes que nos aportan es generar el oxígeno que los seres vivos necesitan. Por este motivo este día es un buen motivo para poner en valor todo lo bueno que nos ofrecen.
Beneficios de los árboles:
- Combaten el cambio climático: El exceso de dióxido de carbono causado por muchos factores se acumula en nuestra atmósfera y eso está contribuyendo al cambio climático. Los árboles absorben el CO2, remueven y almacenan el carbono al tiempo que liberan oxígeno al aire.
- Limpian el aire: Absorben olores y gases contaminantes (dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, amoníaco y ozono) y filtran partículas contaminantes del aire, las atrapa en sus hojas y corteza.
- Proporcionan oxígeno: En un año, un acre de árboles adultos puede proporcionar oxígeno para 18 personas.
- Conservan energía: Tres árboles colocados estratégicamente alrededor de un hogar pueden recortar hasta en un 50 por ciento la necesidad de usar el aire acondicionado en el verano, los cuales emiten dióxido de carbono y otros gases contaminantes.
- Ahorran agua: La sombra de los árboles disminuye la evaporación del agua de los céspedes que requieren este líquido vital. La mayoría de los árboles plantados recientemente necesitan sólo quince galones de agua por semana. A medida que los árboles transpiran, aumentan la humedad atmosférica.
- Proporcionan madera: En las áreas suburbanas y rurales, los árboles pueden cosecharse de manera selectiva para obtener combustible y madera.
- Protegen de los rayos UV-B: Los árboles reducen la exposición a los rayos UV-B en aproximadamente un 50 por ciento, proporcionan protección a los niños en las escuelas y parques de juego, y en lugares donde pasamos mucho tiempo al aire libre.
- Proporcionan alimento: Un árbol de manzanas puede dar de 15 a 20 fanegas de fruta por año y puede plantarse en un lote urbano pequeño. Además de la fruta para los humanos, los árboles proporcionan alimento para a la vida silvestre.
- Curan y sanan: Estudios demuestran que los pacientes que pueden ver árboles desde sus ventanas sanan más rápido y con menos complicaciones. Los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad muestran menos síntomas cuando tienen acceso a la naturaleza. Estar entre los árboles y la naturaleza mejora la concentración, ya que reduce la fatiga mental.
¿Cuál fue el origen de esta celebración en la Argentina?
Estanislao Zeballos, escritor y periodista, exponente de la Generación del 80, estableció en el Consejo Nacional de Educación un día especial dedicado al árbol y así, el 29 de agosto de 1901 fue la primera vez que se celebró como objetivo para remarcar conciencia acerca de cuidar y proteger superficies arboladas. Además se pretende establecer una política para plantar especies en diferentes espacios.
Zeballos dirigió dos veces la Sociedad Rural, e inició la campaña para establecer el Día del árbol con un claro objetivo ecologista. Con el tiempo se convirtió en un llamado para alertar sobre el cambio climático y la tala indiscriminada.
Otro impulsor de la forestación fue Domingo Faustino Sarmiento quien señaló que “el cultivo de los árboles conviene a un país pastoril como el nuestro, porque no sólo la arboricultura se une perfectamente a la ganadería, sino que debe considerarse un complemento indispensable”, señaló.
La destrucción de los bosques nativos
En Argentina, desde hace casi 13 años, está vigente la Ley 26.331 de Bosques Nativos. Se trata de una herramienta indispensable para planificar el uso de estos ecosistemas permitiendo equilibrar producción y conservación de la naturaleza.
La Ley de Bosques cambió el escenario nacional de protección de bosques nativos y visibilizó la problemática y la importancia de la conservación de estos ecosistemas. Además, fomentó una disminución progresiva en la tasa anual de deforestación en la Argentina, estabilizándose en los últimos años.
Sin embargo, desde el 2007, en Argentina se perdieron 3.500.000 de hectáreas de bosques nativos y con ellos todos los beneficios asociados. El 60% de los bosques nativos argentinos se encuentran en la región chaqueña, que ocupa 11 de las 23 provincias de nuestro país.