El Obelisco estrena un mirador con las mejores vistas panorámicas de la Ciudad

El nuevo mirador del símbolo de Buenos Aires, ofrecerá una vista de 360° a 67,5 metros de altura que se llegará a través de un ascensor panorámico. Se espera su apertura para mayo, con visitas gratuitas por su 89° aniversario.
El Obelisco, la postal de Buenos Aires para el mundo, situado en la intersección de las avenidas 9 de Julio y Corrientes, ya tiene un nuevo atractivo: un mirador 360° listo para abrir sus puertas y disfrutar de las mejores panorámicas de lo que será el mirador más importante de la Ciudad.
Para llegar a los 67,5 metros de altura se instaló un ascensor con un lado vidriado y otro con una pantalla. Se sube en un minuto. Los trabajos, que comenzaron en septiembre de 2024, concluyeron recientemente con la instalación del elevador y una escalera caracol interna de emergencia.
Desde la cima, los visitantes podrán disfrutar de vistas privilegiadas de la ciudad a través de cuatro ventanas orientadas hacia los puntos cardinales. Una experiencia única, antes reservada solo a especialistas que ascendían por una angosta escalera marinera de 206 escalones.
Según informaron desde el Gobierno de la Ciudad, el nuevo espacio abrirá al público durante mayo, coincidiendo con el 89° aniversario del Obelisco. En esa fecha, se realizarán visitas gratuitas con cupos limitados.
Luego, la atracción será concesionada a una empresa privada y se cobrará entrada, aunque se ofrecerá un precio diferencial para residentes locales. El ENTUR está trabajando en un proceso licitatorio para la operación del mirador, que incluirá también una propuesta museográfica.
El proyecto, impulsado por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana, respetó el carácter patrimonial del monumento, declarado Monumento Histórico Nacional. La instalación del ascensor fue diseñada de manera reversible, garantizando la preservación de la estructura original sin alteraciones permanentes.
Al Obelisco se entra desde la Plaza de la República y se accede al ascensor a través de 8 escalones. El ascensor está sostenido mediante un sistema de anclajes y hay una escalera metálica alrededor para casos de emergencia. Al bajar del ascensor hay que subir 35 escalones para llegar al mirador y disfrutar, a través de sus cuatro ventanas, de las vistas de la Ciudad.
“El ascensor se instaló sin afectar en absoluto al monumento. Acondicionamos instalaciones eléctricas y adaptamos el piso para fijar la escalera caracol y la estructura metálica, mientras que el ascensor entró por partes y se armó adentro, porque la puerta original es el único punto de ingreso”, resumió Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.

Este gran proyecto de ingeniería revaloriza uno de los símbolos porteños. El mirador panorámico es un nuevo atractivo turístico que cambiará la manera de ver nuestra Ciudad y su patrimonio, como en las grandes metrópolis del mundo”, dijo el Jefe de Gobierno, Jorge Macri.
Un poco de historia
El Obelisco fue creado por el arquitecto tucumano Alberto Prebisch para celebrar los 400 años de la primera fundación de Buenos Aires. Allí, en la Plaza de la República, fue izada por primera vez la bandera nacional en la Ciudad. Desde su inauguración en 1936, gobernaron la Ciudad 34 intendentes y 6 Jefes de Gobierno.
El sábado 23 de mayo de 1936, día de su inauguración, el intendente de la Ciudad, Mariano de Vedia y Mitre dijo: «Este Obelisco será, con el correr de los años, el documento más auténtico de este fasto glorioso del cuarto centenario de la ciudad fundada por Don Pedro de Mendoza. Dentro de las líneas clásicas en que se erige, es como una materialización del alma de Buenos Aires, que va hacia las alturas, que se empina sobre sí misma para mostrarse a los demás pueblos y, desde aquí, proclama su solidaridad con ellos».
Hoy es Monumento Histórico Nacional, se debe resguardar, y preservar su exterior. Originalmente estaba revestido con lajas de piedra blanca calcárea de Córdoba, que en 1939 fueron cambiadas por revoque porque algunas se desprendieron.
La semana pasada también se reemplazó el pararrayos por primera vez desde su inauguración. El trabajo fue realizado con una inmensa grúa de la que colgaba una jaula con dos operarios.
El proyecto de incorporar un ascensor dentro del Obelisco existe desde el mismo momento en que lo ideó Prebisch. El intendente De Vedia y Mitre, en una carta del 4 de mayo de 1936 dirigida al doctor Ramón S. Castillo, interinamente a cargo del Ministerio del Interior de la Nación, afirmó: «Existe el propósito de dotarlo de un ascensor interno que permita el acceso del pueblo a la cúspide del monumento».
Con esta obra, Buenos Aires busca reforzar su oferta turística y posicionar al Obelisco no solo como símbolo, sino también como punto de encuentro entre historia y modernidad. Se espera que el mirador se convierta en un nuevo hito urbano y una visita obligada tanto para turistas como para vecinos.