En estas fiestas festejá sin pirotecnia
Tanto las personas que están enfermas, los niños con autismo y las mascotas sufren los efectos del ruido proveniente de la pirotecnia.
Llegan las fiestas y no está mal recordar una vez más y concientizar a las personas para que en los festejos predominen los fuegos artificiales en lugar de los dispositivos sonoros.
La pirotecnia daña a humanos y animales. Cuando esta vieja costumbre se vuelve protagonista en los hogares, si hay cerca un niño con uno de los tantos trastornos del espectro autista, se tapa los oídos y se pone a llorar porque la pirotecnia los afecta especialmente ya que tienen una hipersensibilidad a los sonidos en general.
«El ruido de un petardo o cualquier pirotecnia es un sonido sumamente intenso y ellos lo perciben de manera muy vívida. Sienten como si estuvieran en el medio de un bombardeo en una guerra, como si cayeran bombas al lado de ellos. Y esto genera muchísimo estrés y un gran nivel de alteración conductual y emocional».
Explicó Andrea Abadi (MN 76165), médica psiquiatra
En cuanto a los animales la prevención es la clave para que no la pasen tan mal durante las detonaciones. Si tu mascota se esconden debajo de la mesa, de la cama, sillas o en cualquier otro lugar, lo mejor es no sacarlo de ahí y dejarlo tranquilo, ya que ahí se sienten más seguros, señaló en una entrevista radial la médica veterinaria Marcela Mansinho (MN 759).
“Los animales, al tener el sentido del oído mucho más sensible que el nuestro, con los estruendos sufren alteraciones auditivas, estados de desorientación, miedo extremo, terror a la muerte inminente. Se muestran incoordinados, tienen temblores musculares, taquicardia, salivación. En animales viejitos o que tienen cardiopatías preexistentes puede llegar a producir la muerte”, afirmó.
Normativa de la Ciudad de Buenos Aires
Desde el año 2020, la Ciudad cuenta una resolución por la cual crea las “zonas calmas” donde se prohíbe el uso de pirotecnia con efecto audible, y limita el uso de ciertos tipos de artículos de esta clase conforme al registro que lleva la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC).
Las “zonas calmas libres de pirotecnia” son las áreas que comprenden un radio de 100 metros de distancia de las Reservas Ecológicas como la Costanera Sur y Lago Lugano; el Ecoparque de Buenos Aires y hospitales.
A su vez, se prohíbe en todo el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires el uso de los siguientes artefactos pirotécnicos:
• Bomba: cuyo diámetro sea superior a (2) dos pulgadas de diámetro.
• Mortero con bomba: con efecto audible de estruendo y calibre superior a (2) dos pulgadas de diámetro.
• Mortero: con efecto audible de estruendo y calibre superior a (2) dos pulgadas de diámetro.
• Fogueta: con tubo de lanzamiento superior a dos (2) pulgadas de diámetro.
Esta resolución responde a la necesidad de garantizar una mejor calidad de vida para todos los vecinos de la Ciudad, en especial para aquellos que padecen Trastorno de Espectro Autista (TEA), adultos mayores y niños.
A ellos se suman la fauna en general y las mascotas (en especial, perros y gatos) cuya sentido auditivo es más desarrollado y sensible por lo que se ven particularmente afectados por los ruidos provocados por la pirotecnia.