Feria del Libro en Plaza Congreso en defensa de la Cultura
Las librerías y editoriales independientes convocan este sábado a las 15 en Plaza Congreso en rechazo a la Ley Ómnibus. Las Bibliotecas Populares también en peligro de desaparecer.
Hace pocos días comenzó a discutirse en la Cámara de Diputados el proyecto de Ley Ómnibus que envió el Presidente Javier Milei al Congreso. Tiene dentro de sus principales objetivos la desfinanciación de la cultura.
Por esta razón, en el marco de la asamblea de Unidos por la Cultura convocan el 20 de enero, desde las 15, a una feria del libro en Plaza Congreso que va a contar, entre otras cosas, con intervenciones dibujadas de libros, una clase abierta con Liliana Heker y lecturas colectivas.
Si hablamos de cultura, no solo la Ley del Libro, el Fondo Nacional de las Artes, el Instituto Nacional de la Música (Inamu) y el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), peligran en caso de ser aprobada la Ley Ómnibus. También la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) que abarca a estos establecimientos tan necesarios para la cultura argentina, corren riesgo de desaparecer.
Argentina cuenta con más de 1500 bibliotecas populares que se ven amenazadas por el mega proyecto de ley. “El avance de esta ley arrasaría con políticas culturales que llevan más de un siglo de vigencia”, señaló Gisela Pérez, representante de la Confederación Argentina de Bibliotecas Populares en su intervención en la Cámara de Diputados.
En la Sección V de la denominada ley “Bases”, los artículos que van del 591 al 599 hablan sobre modificaciones a la Ley 23.351, a través de la cual se financia la CONABIP y, por ende, las bibliotecas populares. Se cambiarían los artículos 5, 6, 7, 8, 9 y 10 de ella.
Pero lo más importante es la derogación del Título IV y del Título V que promueven los artículos 598 y 599, que eliminarían la Junta Representativa y el Fondo Especial para Bibliotecas Populares (compuesto por el 5% de la recaudación del gravamen del impuesto de emergencia a los premios pagados en juegos de azar). Por lo que la financiación vendría exclusivamente del presupuesto asignado por el Poder Ejecutivo.
Cabe mencionar que el presupuesto de la CONABIP significa un porcentaje ínfimo dentro del gasto del sector público nacional. En 2023 este fue de un 0,0068%.
¿Cuál es la importancia de las Bibliotecas Populares?
La CONABIP fue creada por Domingo Faustino Sarmiento en 1870. Mientras que la ley de bibliotecas populares que establece sus objetivos y funcionamiento y que concibió el Fondo Especial para las Bibliotecas Populares fue sancionada el 7 de agosto de 1986.
La CONABIP expresó que están muy preocupados ya que “esto impacta directamente en el quehacer cotidiano de las Bibliotecas Populares. De avanzar el proyecto, «no se podrán transferir recursos para su funcionamiento”.
«Hay que repetir que el dinero del Fondo Especial no proviene de ningún sector de la sociedad, sino que es el gravamen sobre los impuestos a los premios efectivamente pagados en los juegos de azar. “No le saca plata a ningún vecino”, destacó Gisela Pérez, representante de la Confederación Argentina de Bibliotecas Populares en el plenario de comisiones en Diputados. Y luego agregó que “el 96% del fondo especial es destinado al otorgamiento a beneficios directos a bibliotecas populares reconocidas por la CONABIP”.
En las bibliotecas este dinero se distribuye de esta manera: línea de financiamiento para que las Bibliotecas Populares abran sus puertas todos los días, para subvencionar, entre otras cosas, gastos de luz, gas, internet, limpieza, alquiler; compra de libros; líneas de financiamientos para proyectos de las bibliotecas; capacitaciones; bibliomóviles; y actividades culturales.
Entre 2020 y 2023, la Conabip compró un total de 496.285 libros, realizó más de 1300 actividades de promoción de la lectura y culturales libres y gratuitas, financió 550 proyectos de bibliotecas y capacitó 8500 representantes de bibliotecas.
Gisela Pérez también explicó que en caso de que se elimine la Junta Representativa: “Los gobiernos provinciales y las federaciones de bibliotecas no van a tener representantes en la comisión que den cuenta de las realidades en el territorio. Es un ataque a la participación de las provincias en la definición de políticas y distribución de recursos”.
Por esto, Pérez le pidió a les diputados y diputadas que “no sean cómplices de este aniquilamiento y destrozo a instituciones que con mucho sacrifico levantamos y potenciamos en nuestras comunidades: en mula, a pie, en lancha, en bici, por los distintos lugares de la Argentina, en las villas, en los barrios populares, en las montañas, en contextos de encierro, en los parajes, en los pueblos, en las ciudades, en las islas y en cada rincón de nuestra república en donde si no hay una biblioteca popular no se accede a un libro de calidad”. afirmó.
Gisela Pérez cerró su intervención con una frase que sintetiza el sentir de muchos: “Claro que necesitamos el pan sobre nuestras mesas, pero también necesitamos de nuestros libros, de nuestras bibliotecas para ser una Argentina mejor y más igualitaria”.
Este sentir y la importancia de las bibliotecas populares se puede ver reflejado en los apoyos y adhesiones que recopiló la Biblioteca Popular Cornelio Saavedra, tanto de especialistas como de vecinos y vecinas.
Por su parte, Pablo Campos, integrante del colectivo de editoriales independientes señaló a Tiempo “Es muy importante que la gente acompañe, que el sábado se haga presente porque esto no tiene que ver sólo con los libros, sino con la cultura en general que constituye la expresión de un pueblo. Es necesario integrarse, formar parte”.