Historia en las calles de Villa Ortúzar: ¿Quién fue Roseti?
Al caminar por Villa Ortúzar, es imposible no toparnos con la calle Roseti, una de las más características del corazón del barrio. Revisemos su historia.
Ubicada en el corazón de Villa Ortúzar, Roseti tiene una orientación de este a oeste que se inicia en el límite de la Av. Elcano y finaliza en la cuadra triangular delimitada por Mariano Acha y las avenidas Triunvirato y de los Incas. El nombre Roseti establecido por Ordenanza Municipal el 28 de octubre de 1904, reemplazó a la denominación Rivadavia usada desde 1895.
Con el nombre de esta calle se producen varias particularidades. Su denominación responde a un reconocimiento otorgado al Coronel Manuel Roseti, partícipe argentino y fallecido en la Guerra de la Triple Alianza de 1866. Sin embargo, en varios libros de historia, artículos sobre calles porteñas e incluso en la famosa Wikipedia, su apellido aparece escrito como Rosetti.
Esto se debe a una interpretación que se realiza de su intervención en la Legión Italiana, organización de mediados del siglo XIX que en esta sección hemos visto para los casos de Charlone y Giribone. Pero Manuel Roseti no fue un inmigrante italiano sino un integrante de una distinguida familia de Buenos Aires.
Otra particularidad está dada por la coincidencia entre la fecha de sanción del nombre de la calle y el intendente de la ciudad de Buenos Aires en aquel momento. Precisamente, el intendente nombrado por el presidente Quintana en el año 1904 fue Carlos Roseti, quien inició su mandato el 20 de octubre de 1904. Ocho días después, se sancionó una Ordenanza con el renombramiento de varias calles, entre ellas con un tocayo suyo, Roseti. Será tarea para otro historiador indagar en si estos ilustres personajes tuvieron algún vínculo de parentesco.
¿Cómo fue la vida de Manuel Roseti?
Manuel Roseti tuvo una vida corta, de apenas 34 años, vinculada fundamentalmente a la función militar en los distintos aspectos que tuvo la vida argentina durante el siglo XIX: la guerra en la frontera contra los pueblos originarios, las batallas intestinas entre unitarios y federales -siendo parte de los primeros-, y la guerra contra el Paraguay.
Nació en 1832, en una familia comerciante y reconocida en el circulo aristocrático porteño, los Roseti Gómez de la Vega. Los antepasados de los Roseti vinieron de Cádiz y su apellido original fue Rosete, pero en el paso trasatlántico cambió su escritura. La madre de Manuel Roseti tuvo orígenes italianos, su apellido fue Ferrari, por lo cual la ascendencia italiana materna sería un punto a tener en cuenta en su vínculo con la Legión Italiana.
A los 20 años, inició su carrera militar con un bautismo de fuego: el sitio de Buenos Aires por las fuerzas federales de Hilario Lagos, en diciembre de 1852. Roseti se enlistó en las filas de la Guardia Nacional que defendió a Buenos Aires, y fue ascendido rápidamente como subteniente del batallón 1º de línea, que dirigía el coronel Conesa en 1853.
Luego de su participación en el sitio, gracias a la experiencia ganada en distintas expediciones Roseti fue incorporado a la Legión Militar Italiana comandada por Silvino Olivieri en 1856, siendo parte de varias batallas contras los indígenas de la frontera sur de Buenos Aires. En 1858, junto al coronel Charlone, participó de la batalla de Sol de Mayo contra Calfucurá y su pueblo.
Volvió a Buenos Aires en 1859 y luego de un breve paso donde fue asignado a la isla Martín García como subcomandante, se incorporó al ejército de Bartolomé Mitre con el cual participó de la famosa batalla de Cepeda contra las fuerzas confederadas. Si algo destacó a Roseti en todo su periplo militar fue su bravura, ya que a pesar de ser herido de un balazo en el hombro, fue un actor importante en Cepeda siendo parte de la retirada a San Nicolás ante la victoria del General Urquiza.
Tuvo su revancha en 1861 ya siendo sargento en Pavón, batalla de la que fue parte y salieron victoriosos e indemnes ante la pasividad del ejército confederado liderado por Urquiza. Luego integró la avanzada unitaria hacia Córdoba dirigida por el general Julio De Vedia, siendo ascendido a teniente coronel y en el camino siendo uno de los fundadores del pueblo bonaerense 9 de Julio. Finalmente los federales fueron derrotados y el proyecto mitrista se impuso en la nación.
Sin embargo, para completar el proyecto nacional de Mitre y clausurar alternativas políticas e incluso apoyos exteriores a los federales, en 1864 la Argentina se declaró en guerra contra la Paraguay de Solano López, caudillo histórico de la vecina nación y aliado de los federales argentinos.
Roseti, parte de esta cruzada, marchó con el general Paunero, formando parte del Primer Cuerpo del Ejército que el 25 de mayo de 1865 desembarcó en Corrientes para el asalto a la ciudad ocupada por las fuerzas paraguayas. A partir de allí, participó en innumerables batallas: Yatay, Estero Bellaco, Tuyutí, Boquerón, Yataytí Corá, entre tantas otras acciones militares, en las cuales fue jefe de brigada mostrando gran capacidad de mando y valentía para resistir y avanzar.
Sin embargo, Curupaytí fue demasiado y significó su batalla final, el 22 de septiembre de 1866. Su arrojo -y un mal cálculo de sus superiores, entre ellos, Mitre- lo llevó a realizar un asalto frontal a un fuerte paraguayo muy bien defendido, que resultó inexpugnable para las fuerzas argentinas. Roseti quedó herido gravemente en el vientre y murió al día siguiente en el hospital.
Así, como tantas figuras de aquella época, encontró reconocimiento en su historia y su apellido resuena hoy en el centro de Villa Ortúzar.