Impulsan una oficina anticorrupción en la Ciudad
El diputado del Frente de Todos, Santiago Roberto, presentó un proyecto de ley para crear una Oficina Anticorrupción en la Ciudad, con el fin de fomentar una mayor transparencia y combatir los hechos de corrupción en el manejo de los fondos públicos porteños.
Esta iniciativa ya había sido presentada por el legislador hace dos años, pero perdió estado parlamentario ante los sucesivos impedimentos del oficialismo de darle tratamiento legislativo.
“La Ciudad necesita de mecanismos institucionales y normas que regulen el comportamiento de las y los funcionarios y las y los empleados de la administración pública con el objetivo de garantizar transparencia y cuidar los intereses públicos”, aseguró Santiago Roberto, quien resaltó “la importancia de que el nuevo organismo cuente con legitimación procesal, independencia funcional y autarquía financiera”.
Además, la oficina anticorrupción porteña podrá recibir denuncias que hicieran particulares, funcionarios y empleados públicos; investigar preliminarmente, de oficio o por denuncia los hechos que pudieren configurar presunto enriquecimiento ilícito o irregularidades en el manejo de los fondos reservados por los funcionarios públicos; a su vez podrá recomendar la suspensión preventiva de los agentes denunciados, cuando su permanencia en el cargo o en las funciones pudiera resultar contraproducente a los fines de la investigación; entre otras cuestiones.
El proyecto dispone que la oficina esté conducida por un Secretario/a de Transparencia y Anticorrupción designado por la Legislatura de la Ciudad, a propuesta del bloque opositor con mayor representación numérica en el Cuerpo, que ejercerá el cargo por cinco años, con la posibilidad de ser reelecto por una única vez.
Para finalizar, Roberto reclamó: “Llevan 13 años gobernando la Ciudad y nunca quisieron debatir un proyecto que garantice transparencia y control de los recursos. Consideramos que es urgente la aprobación de esta ley para contribuir a ponerle fin a este flagelo que degrada la política como herramienta de transformación”.