La Legislatura porteña sancionó el nuevo Código Urbanístico: cuáles son los principales cambios
Entre los principales cambios aprobados figuran la limitación en la construcción en barrios de casas bajas e incentivos para construir en la zona sur de la Ciudad.
A última hora, en una maratónica sesión, la Legislatura aprobó las modificaciones al Código Urbanístico. Tras seis meses de debate y ocho jornadas de audiencia pública, la iniciativa enviada por el Jefe de Gobierno, Jorge Macri, fue sancionada con 31 votos a favor, 11 en contra y 18 abstenciones.
“La Legislatura acaba de aprobar la nueva normativa para construir en la Ciudad, un compromiso que asumí con un objetivo bien claro, preservar la identidad de los barrios», celebró Macri tras la sanción. El nuevo Código «va a ser clave para que fomentemos el equilibrio de la Ciudad y para que sigamos promoviendo el desarrollo del sur, con más y mejores incentivos para quienes decidan invertir en esa zona».
Además, según sostuvo, la modificación va a permitir priorizar «los grandes desarrollos en las avenidas para cuidar la fisonomía de las calles más chicas y tranquilas”. “Esta ley nació del diálogo, de escuchar a cada vecino y a los profesionales del sector, y también del trabajo en conjunto con los legisladores de diferentes espacios, a quienes les agradezco por habernos acompañado con su voto. Nos llena de orgullo alcanzar este objetivo justo cuando cumplimos nuestro primer año de gestión”, agregó.
Principales cambios del Código Urbanístico (CUR)
Entre los puntos salientes del proyecto que modifica la norma del 2018, regirán restricciones a las construcciones: por un lado, limitará la altura de los desarrollos en zonas residenciales de casas bajas, mientras que hace lo propio en términos de diseño y capacidad de la infraestructura.
Cambios en las alturas y profundidad de construcción
Se reorganizaron las Unidades de Sustentabilidad de Altura Baja (USAB) o sea las categorías de planeación urbana que promueven el desarrollo sostenible en áreas de baja altura (se trata de edificaciones hasta 14,60 metros).
Anteriormente, existían las categorías USAB 1 y USAB 2, a las que se le hicieron modificaciones: se generó un reacomodamiento de las zonas de la Ciudad que pertenecen estas categorías y se les recortó la profundidad y la altura (USAB 1 será hasta 12 metros y USAB 2 hasta 14,60 metros).
Además, se introdujo la categoría USAB 0, que englobará a los barrios que tienen una identidad barrial muy marcada y donde la capacidad constructiva se restringirá más (hasta nueve metros). Los especialistas ejemplifican nombrando el corazón de Devoto, como una zona que pertenecerá a esta categoría.
Nueva herramienta: capacidad constructiva adicional
Se trata de una medida que configuraba originalmente dos polígonos en el sur (Villa Lugano y La Boca) donde, a cada metro que se construía ahí, se permitía sumar más superficie y altura en proyectos en determinadas avenidas en el norte de la ciudad, superando lo permitido por la norma.
Se contemplan incentivos para promover la construcción en la zona sur de la Ciudad. Los desarrolladores que inviertan en los barrios sureños tendrán una serie de beneficios como la posibilidad de emprender proyectos en áreas con más densidad urbana, como por ejemplo, en determinados corredores de la zona Norte.
En lo tratado ayer, se definió que la Legislatura decidirá qué barrios del sur se incluirán y también a qué avenidas del norte se podrá destinar mayor superficie constructiva. Además, limita la altura extra que se permitirá tener a estos emprendimientos.
Áreas de desarrollo prioritario
La nueva norma promueve «áreas de desarrollo prioritario», a un sector del barrio de Constitución y al polo industrial de la avenida Avellaneda, en Flores, para estimular ambas zonas, que registran algún grado de deterioro urbano. También se estableció la preservación como espacio verde de cuatro lotes localizados en el parque ferroviario de Colegiales. «Para poder buscar soluciones particulares a problemas específicos», indicaron.
Centros libres de manzanas
Desde la Ciudad afirman que la nueva normativa «amplía los centros libres de cada manzana, porque impulsa espacios más permeables que favorecen la entrada de aire y sol y promueve la calidad ambiental de los barrios». Se recuperaran los centros libres de manzanas en las zonas USAB, que son los espacios de suelo verde absorbente que habían sido modificados en el Código vigente desde 2018, pasando de un cuarto a un tercio.
Desde la oposición la diputada Claudia Neira (UPO) DIJO «Estamos convencidos de que la Ciudad se merece otro Código Urbanístico», pero aclaró que «para ello hay que planificar y tener una visión clara de Ciudad, algo que estuvo ausente en el proyecto del oficialismo sencillamente porque falta esa misma visión en la gestión de Jorge Macri», afirmó.
Asimismo, Neira reconoció que hubo avances en las comisiones y se lograron «algunas modificaciones positivas» referidas a «ajustes de alturas y densidades, recuperación del pulmón de manzana, creación de áreas de desarrollo prioritario en Flores y Constitución». Sin embargo, aseguró que la propuesta final «no sólo se queda a mitad de camino sino que suma una herramienta como la capacidad constructiva adicional, algo que la Ciudad no necesita y que lo único que va a traer son nuevos problemas».