Plaza 25 de Agosto: historia y celebridades bajo el sol de Villa Ortúzar
Inaugurada en 1938, es el principal espacio verde del barrio y ostenta orgullosa el título de «plaza histórica». Se encuentra en Charlone y Heredia, testigo del paso desde Jorge Luis Borges, a Osvaldo Pugliese y Gustavo Cerati.
Su nombre hace referencia a la fecha de la declaratoria de independencia de la Banda Oriental del Uruguay, en el año 1825, y su incorporación a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Adoptado para homenajear a la comunidad uruguaya y a su prócer, el general José Gervasio Artigas.
Es la plaza más relevante del barrio, tiene 14.038 m2 y alberga uno de los árboles históricos de la Ciudad de Buenos Aires, llamado el «Árbol de Artigas». Un frondoso ejemplar de Virapitá o Ibirá- Pitá, cuyo retoño fue ofrendado por la colectividad uruguaya, procedente del ejemplar plantado por el «Protector de los Pueblos Libres» durante el exilio en Villa de San Isidro de Curuguaty, en Asunción del Paraguay.
Ubicado en la esquina de Charlone y 14 de Julio, este árbol de gran porte, alcanza los 25 metros de altura y florece en primavera y verano, apreciado por todo el barrio, constituye uno de los elementos más valiosos para el disfrute de sus vecinos y de todo aquel que se acerque a contemplarlo.
Residentes cercanos y visitantes ilustres
Allá por 1862, Don Santiago de Ortúzar, fundador del barrio, levantó en lo que hoy es la Plaza 25 de Agosto, grandes palomares que dieron al lugar el nombre de “El Palomar de Ortúzar”. Él vivió en la manzana conformada por las calles Heredia, Giribone, Álvarez Thomas, y 14 de Julio.
Tambien hubo una época en la que el célebre escritor argentino, Jorge Luis Borges, transitó por las calles de Ortúzar cuando iba a visitar a su prima Nora Lange, a la casa de Tronador y Pampa, otra vecina ilustre, novelista y poetisa, vinculada a la vanguardia literaria porteña.
Porque no imaginar que en ese trayecto borgeano, cruzó la plaza del barrio cuando caía la tarde, y el sol que se iba en el ocaso, le generó tan memorable paisaje que lo plasmó en su poema “Último sol en Villa Ortúzar”.
Muchos años más tarde, se mudó al barrio, más precisamente frente a “la 25”, como la llaman con sentido de pertenencia los vecinos/as, el maestro Osvaldo Pugliese, quien vivió en la calle 14 de julio 1111. Allí nació su hija Beba, que estudió en el «Colegio General Acha» y se convirtió en una artista de renombre.
Frente a la plaza, tambien, imposible dejar de mencionar, la casa de Heredia y Giribone, donde se crió otro artista de lujo, el gran músico argentino, Gustavo Cerati, quien disfrutó su infancia jugando sobre el césped del espacio verde más importante del barrio. Hoy en ese chalé vive su mamá, Lilian Clark.
Justamente en una esquina de la plaza se inauguró en 2018 el mural homenaje al músico llamado: “Vuelta por el Universo”, del muralista Osky Di Biase. El nombre es en alusión a la canción compuesta por el ex Soda Estéreo y Daniel Melero en 1992, que es parte del disco Colores Santos.
«Esta plaza es donde Gustavo jugó de chico y esa pared apuntaba a la casa de su madre»
explicó Di Biase a los medios en ese momento.
También en la 25 de Agosto podemos encontrar un pequeño santuario de la «Virgen de Luján», que fue realizado por iniciativa del Padre Mario de la Iglesia de San Roque y tambien el «Club de Bochas Egidio Tinazzi». A su vez tiene dos patios lúdicos para niños (orientados para diferentes edades), una calesita, sectores de paseo, y un patio cívico. Actualmente tambien cuenta con el sistema Ecobici.
Puesta en Valor a través de los años
En el 2006 la plaza fue reinaugurada con un diseño elaborado por la Dirección General de Espacios Verdes en conjunto con los vecinos del barrio. La obra tuvo una inversión de $631.000 y formó parte del plan de puesta en valor de más de 50 parques y plazas de la Ciudad encarados por el ex Jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, tambien vecino del barrio.
En aquel momento, se revalorizaron los sectores de juego, estar, paseo y el patio cívico. Se dispusieron dos patios de juegos para niños, diferenciados por edad; un sector de calesita -ya existente-; y nuevas áreas de estar con mesas y bancos. También se redefinieron los senderos respetando las circulaciones más utilizadas.
El rediseño paisajístico respetó la vegetación existente en su totalidad y se mantuvo la configuración original de los añosos plátanos existentes y los bancos romanos, respetando el planteo tradicional de esta plaza creada a comienzos del siglo pasado. Se repuso el arbolado faltante y se plantaron diferentes especies arbustivas que enriquecieron el paisaje visual de la plaza con sus flores.
En 2016 hubo otro acto de inauguración de puesta en valor del mastil de la plaza. Una ceremonia que dio inicio con la bendición del Padre Gustavo Jamut, párroco de la Iglesia San Roque, sobre los presentes, la bandera y la placa conmemorativa descubierta en ese momento.
Roberto Sabella, vecino del barrio de Villa Ortúzar, junto a su esposa en un acto solidario, fue quien dio inicio a la restauración del mástil a raíz de la donación de la insignia Nacional.
Años despues, se revitalizó el suelo verde, acondicionó el mobiliario urbano, los patios de juegos, se incluyó un sector de postas aeróbicas e incorporó superficies verdes y el sistema Ecobici. Asimismo, se puso en funcionamiento el sistema de riego existente y se acondicionaron los cerramientos y techos del centro de jubilados.
Actualmente la Plaza 25 de Agosto es visitada por muchas familias con sus niños, hay clases de yoga y gimnasia, de artes marciales, runners y ciclistas, cuenta con uno de los Puntos Verdes de la Ciudad, y tambien es testigo de festivales y reuniones de agrupaciones de vecinos y la murga Los Endiablados de Ortúzar suele ponerle música con sus ensayos al ritmo de los tambores.
Fuente: Junta e Estudios Históricos del Barrio de Villa Ortúzar
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires