Preocupación en Villa del Parque por el avance inmobiliario
Debido al nuevo Código Urbanístico se incrementó la capacidad constructiva hasta un 1000 por ciento en algunas manzanas y los vecinos/as piden que se suspendan las modificaciones que eleva la construcción en altura.
Un grupo de vecinos y vecinas del barrio de Villa del Parque comenzaron una campaña para que se suspendan las modificaciones al Código Urbanístico (CUR) aprobado en 2018.
Sucede lo mismo que en Villa Ortúzar, Devoto y otros barrios de la Ciudad donde las agrupaciones vecinales denuncian que la normativa permite el avance inmobiliario desmesurado y los barrios comienzan a perder su identidad a partir de demoliciones de casas tradicionales y bajas.
«Nuestro barrio está perdiendo su belleza e identidad, se incrementó la capacidad constructiva desde un 400 por ciento hasta un 1000 por ciento en algunas manzanas», advirtieron los vecinos y vecinas a Página 12.
La campaña «Basta de demoler Villa del Parque» fue lanzada por la organización Conciencia Urbana Comuna 11, que junta firmas «para solicitarle al Poder Ejecutivo y a la Legislatura de la Ciudad que de forma urgente se suspendan los efectos del CUR».
Los residentes del barrio de Villa del Parque plantean que el Código aprobado por el oficialismo porteño en 2018 «permite la destrucción de la identidad de los barrios residenciales de casas bajas e impulsa la sobre construcción en barrios ya consolidados sin que se haya establecido cómo se incrementará la infraestructura de servicios públicos domiciliarios y no domiciliarios».
Los efectos del nuevo Código comenzaron a sentirse en el barrio desde fines del año pasado. «Se empezaron a ver más demoliciones, se tiran casas y se construyen edificios de cinco pisos a diez. Están desapareciendo muchas casas, algunas de patrimonio histórico», dijeron a Página 12 integrantes de Conciencia Urbana Comuna 11.
Según un relevamiento que realizaron, solo en la zona céntrica del barrio hay veinte demoliciones y calculan que llegarán a más de cien al ampliar el relevamiento a todo el barrio. «Hay casos de cuatro demoliciones por cuadra», advirtieron.
Es una situación muy similar a lo que ocurre en Villa Ortúzar y Vila Devoto donde la ampliación de capacidades constructivas y de alturas permitidas, incrementa los valores de los terrenos y el interés inmobiliario sobre la zona. Según precisan, el nuevo CUR «eliminó el FOT – los metros cuadrados construibles por parcela -, disminuyó las superficies de los pulmones y eliminó los tres metros obligatorios de retiro de la línea municipal».
Además, explican que «se autorizan balcones sobre el espacio público de la vereda de manzana, se permite construir en mayor altura, se habilita el cobro de una plusvalía por cada lote y se permite cambiar las restricciones a través de convenios urbanísticos convalidados por la Legislatura».
«Habíamos logrado una ley que delimitó una zona dentro de Villa del Parque con catálogo especial, en la que no se podía construir más de dos o tres pisos. El Código barrió con eso y en esa zona hoy hay varias demoliciones más otros cuatro o cinco terrenos en los que se van a hacer edificios», señalaron desde Conciencia Urbana.
«En principio lo que queremos es que se retrotraiga el CUR al estado anterior, un máximo de tres pisos de altura haría que se reduzcan las obras, porque especulan con lo que se puede construir», agregaron. En los últimos meses, el oficialismo aprobó leyes que retrotrajeron los parámetros constructivos a lo establecido en el viejo Código en zonas como Lomas de Núñez y parte del Bajo Belgrano.
Sin embargo, en Villa del Parque aún no tuvieron la suerte de que el oficialismo escuche sus reclamos, como tampoco ocurrió en zonas como Villa Ortúzar, Villa Devoto o Parque Chacabuco, entre otros barrios que vienen reclamando contra los impactos del nuevo CUR.
Ante la falta de respuestas, desde Conciencia Urbana adelantaron que preparan la presentación de una acción de amparo, como ya lo hicieron para rechazar la instalación en el barrio del Distrito del Vino.
El colectivo de vecinos y vecinas plantean, además, que se debe respetar lo que denominan “derecho de preexistencia de los propietarios”. “Uno compra una casa hace años considerando condiciones como aire, luz y sol, o condiciones ambientales y de servicio, y al tiempo se ve privado de todas ellas”, sostienen desde Conciencia Urbana. Son varios los casos en el barrio en el que las casas bajas y tradicionales quedan rodeadas por nuevos edificios en altura que restringen el impacto del sol o la llegada de aire a la vivienda.
El barrio, además, sufre las consecuencias de la falta de protección patrimonial de varias viviendas ante el incumplimiento de la Ley 3056. Por esa ley, aprobada en 2009, se creó el procedimiento de Promoción Especial de Protección Patrimonial, y se estableció la protección para los inmuebles catalogados que «cuyos planos hayan sido registrados antes del 31 de diciembre de 1941».
A través de un relevamiento realizado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA, el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales seleccionó 18.500 inmuebles de un universo de 141 mil anteriores a 1941. Sin embargo, la protección de esos inmuebles debe ser aprobada por la Legislatura, algo que hasta el momento no se cumple. Sin la protección fija, las viviendas quedan en un «limbo legal» que posibilita sus demoliciones. En Villa del Parque, asegura la organización, hay al menos cinco inmuebles en esa situación.