Ruidazo de la comunidad educativa del colegio Álvarez Thomas contra la intervención de la cooperadora
El reclamo se realizó en repudio a la intervención de la cooperadora del colegio desde hace un mes por parte del Gobierno de la Ciudad.
El viernes 30 por la tarde en la puerta del colegio ubicado en Terrada 3983 del barrio de Agronomía, la comunidad educativa del Álvarez Thomas realizó un ruidazo en repudio a la intervención de su cooperadora por parte del Gobierno de la Ciudad.
El legislador del Frente de Todos (FdT), Leandro Santoro, estuvo presente junto a su compañera de bancada María Bielli. “La cooperadora del Álvarez Thomas es muy reconocida en la zona por una trayectoria de 80 años y por su trabajo en la escuela, siendo un caso muy exitoso de gestión cooperativa” expresó a los medios.
El colegio sostiene una disputa con el Gobierno de la Ciudad desde el año 2018 en el marco de un ajuste en el Plan de Natación cuando se dejó de alquilar otros natatorios de la zona, haciendo que los demás colegios fueran trasladados al Álvarez Thomas.
De esta manera se vieron perjudicados los alumnos del Jardín de Infantes del Alva, que no pudieron usar la pileta de su colegio, así como los alumnos de primaria quienes perdieron 10 minutos por clase.
El “Alva”, como es conocido en la zona y cariñosamente por sus alumnos y quienes pasaron por sus aulas, tiene pileta propia, construida en el año 1971 con autorización de la entonces Municipalidad de Buenos Aires, pero con fondos de los padres que en esa época conformaban la cooperadora con préstamos en los que hipotecaron sus propias casas.
Recibía a todas las escuelas del distrito e incluso otras instituciones del barrio como el Grecia y el Congreso de Tucumán. Todos los niños tenían natación de 3º a 6º grado, cuando el programa porteño sólo incluye a 4º grado.
La cooperadora del Álvarez Thomas es muy reconocida por una trayectoria de 80 años y por su trabajo en la escuela, siendo un caso muy exitoso de gestión cooperativa. Desde el 2012 se realizaron numerosas obras de infraestructura, entre las que se encuentra el revestimiento de la pileta, la construcción de un “Aula Abierta” en un patio inutilizado, la plastificación de todos los pisos de madera, la insonorización del comedor, la refacción total de los baños, entre otras. A su vez, tiene un comedor autogestionado que brinda alimentos de mejor calidad que los comedores escolares concesionados por el Gobierno de la Ciudad a empresas privadas.
Durante la pandemia también realizaron bolsones de verduras agroecológicas y de elementos de salud e higiene para colaborar con los alumnos que asistían al comedor y ya no podían hacerlo.
Tras la pérdida de horas de natación, la comunidad educativa judicializó la medida. Finalmente, el fallo del Juzgado 10º fue favorable al Álvarez Thomas y se ordenó la restitución de las clases para los alumnos del Jardín de Infantes.
Pocas semanas después, se produjo la intervención de su cooperadora. La comunidad educativa denuncia que la misma busca quedarse con la pileta y los fondos que poseen, los cuales tenían planificado utilizarlos para la construcción de un gimnasio.
Por eso motivo, Leandro Santoro se acercó a la escuela y además presentó en la Legislatura dos pedidos de informes, uno sobre el recorte al Plan de Natación y otro sobre la intervención de la cooperadora.
En su último mensaje en su cuenta de Instagram la comunidad educativa expresó:
«Hace 90 años esta comunidad construyó una cooperadora, hace 50 años un natatorio, todo este tiempo gestionó un comedor modelo y generó un ahorro de 24 millones de pesos para proyectar un gimnasio. Hace 30 días el Gobierno de la Ciudad usurpó esa construcción comunitaria y, lejos de llevarnos a bajar los brazos, nos empujó a levantar nuestras cabezas, a mirarnos orgullosos de lo que hemos construido y a unirnos más que nunca para luchar hasta recuperar lo que es nuestro».
-La Coope somos todos –