Se multiplican los reclamos por el protocolo «anti-toma» de escuelas del Gobierno porteño
Las protestas de los alumnos porteños por deficiencias edilicias y falta de viandas se replican en varias escuelas secundarias. Las autoridades denunciaron a los padres de los estudiantes y la Policía de la Ciudad fue anoche a notificarlos.
Las tomas comenzaron el viernes pasado en la Escuela Normal Superior (E.N.S. 2) Mariano Acosta y con el correr de los días se fueron sumando la escuela de Comercio Carlos Pellegrini; el Lenguas Vivas «Sofía Esther Broquen de Spangenberg»; la escuela Federico Garcia Lorca; Cerámica 1; el Osvaldo Pugliese de Villa Crespo en nuestra Comuna 15.
Estos son algunos de los colegios en los que los estudiantes reclaman mejoras en las condiciones edilicias, faltante de viandas y contra las prácticas en empresas, entre otras cuestiones.
El Gobierno porteño acusó a los docentes de incentivar las protestas en los colegios y luego puso en marcha un polémico protocolo “anti-toma” que entró en vigencia años atrás. Tambien denunció penalmente a los padres de los alumnos que llevan adelante los reclamos.
Sin diálogo mediante, el Ministerio de Educación le reclama a los padres de los alumnos que realizaron las tomas el pago de un millón y medio de pesos por cada día de toma y envió a la Policía de la Ciudad a notificarlos a sus domicilios en la noche de ayer.
El primer punto del protocolo “anti-toma” vigente, que hicieron llegar sindicatos docentes al medio Página/12, señala que “ante una situación de toma del establecimiento, los Directores, Rectores o quien los reemplace en sus funciones, deberán dar intervención al Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y al SAME”.
El segundo punto, establece que se debe citar “de manera inmediata” a los padres “para que retiren a sus hijos del establecimiento”. El protocolo lleva un anexo con un formulario donde los rectores deben completar, además de los datos del alumno, si retiró o no al estudiante en cuestión y los motivos por los que no lo hizo, en caso de que se decidiera a permanecer en el establecimiento.
A los firmantes se los hacer dejar constancia de que están al tanto de que “mientras dure la situación que motiva la suscripción de la presente Acta, y en el caso de ingreso/egreso/permanencia del/de la alumno/a dentro del establecimiento educativo, la responsabilidad sobre el mismo así como por los daños que pudieren producirse, recaerá exclusivamente sobre el adulto que ejerza la responsabilidad parental”.
En el protocolo habla de “responsabilidad” por los hijos y los daños que pueda causar, pero no menciona una “responsabilidad penal”, ni habla de una multa millonaria tarifada por cada día de protesta que se sostenga en el establecimiento educativo, como señalaron desde la cartera de Acuña
La abogada Graciana Peñafort explicó en un hilo de Twitter con varios puntos que “para que prosperen las denuncias penales contra los padres de los chicos debe haber un delito tipificado”. Y, en este caso, “que un chico tome una escuela no está tipificado ni mucho menos ser padre de un chico que toma una escuela”.
En medio del conflicto, la ministra de Educación porteña, confirmó este miércoles que cinco colegios ya levantaron la medida de fuerza y apuntó que «la rebeldía de los jóvenes tiene que encontrar un límite».
Y agregó «Anoche eran 12 escuelas tomadas y 8 más en conflicto que estaban en asamblea. Esta mañana, 5 de esas 12 levantaron la toma», precisó la funcionaria, quien dejó un mensaje para los estudiantes. «Uno puede ser un joven rebelde, todos lo fuimos de chicos. Pero esa rebeldía tiene que encontrar un límite que es en el derecho del otro y en la convivencia», manifestó en Radio CNN.