#SeVaBuenosAires: Marcha contra la demolición de la identidad porteña

#SeVaBuenosAires: Marcha contra la demolición de la identidad porteña

Será este sábado 30 de octubre a las 16 hs frente a la Legislatura porteña cuando ciudadanos y asociaciones vecinales en conjunto se movilicen en defensa del patrimonio urbano.

«Demolición sistemática del patrimonio» y «privatización del espacio público» son los principales ejes de la movilización que reunirá a más de 60 organizaciones adherentes a la convocatoria.

«El sábado 30 de octubre a las 16 hs porteños y asociaciones vecinales nos concentramos frente a la Legislatura para reclamar control vecinal sobre los organismos que deciden sobre el patrimonio porteño y la planificación de la ciudad como está previsto en el Art. 1 de la Constitución de CABA y la Ley de Comunas», señalan en un comunicado.

Buenos Aires está gobernada por la especulación inmobiliaria, señala el documento. «Pese a que la población de la ciudad no aumenta desde mitad del siglo XX, cada vez se permite construir más y a mayor altura sin respetar el entorno barrial, los edificios patrimoniales ni mejorar la infraestructura de los servicios. La calidad de vida en la ciudad disminuye mientras la vivienda ociosa aumenta. ¿Quién piensa en los vecinos?», se preguntan.

Sin identidad no hay futuro. Día a día se dilapida patrimonio social, cultural y económico invaluable capaces de generar mayor calidad de vida, m2 para vivienda social y valor agregado para nuestra economía. 

Exigimos, junto con otros 16,000 firmantes, que se realice una auditoría al Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales y a la Dirección General de Interpretación Urbanística. A pesar de las irregularidades documentadas por los vecinos, ONG y los fallos de la Justicia, vemos con alarma la discrecionalidad y falta de transparencia con que estos organismos deciden qué edificios se conservan y cuáles no.

Continúa el texto: «De un universo de 141.000 edificios anteriores a 1941; que podrían ser declarados patrimonio arquitectónico, tan sólo el 13 % fueron seleccionados por el GCBA para tratarse su protección por la Legislatura. Aún así, estos 18500 edificios están en un limbo legal, sus proyectos de ley de protección están perdiendo estado parlamentario y los otros 122,500 esperan su demolición. Somos y seremos testigos del bombardeo de Buenos Aires». 

Es por eso, señalan los firmantes «EXIGIMOS control vecinal de los órganos que deciden sobre nuestro barrios. Decimos no a las torres y los convenios urbanísticos, basta de privatización de tierras públicas y venta de espacios verdes, programa de apoyo a Bares Notables y de recuperación del patrimonio para vivienda social, protección del adoquinado en áreas protegidas, respeto al arbolado urbano».

«Defender el patrimonio es cuidar la calidad de vida de los vecinos y la proyección económica de la ciudad. Demoliendo su identidad, se va Buenos Aires», afirman.

El edificio de la Escuela Taller del Casco Histórico (Brasil y Paseo Colón) era el último vestigio arquitectónico en pie de los años 1900 en esas cuadras. Ya no existe, se demolió para ampliar Paseo Colón y darle paso al Metrobús.

Finaliza el texto con la firma de más de 60 adhesiones de agrupaciones socioambientales y vecinales entre las que se encuentran Somos la Malaver y Somos de Ortúzar.

El avance sobre edificios históricos y su reemplazo por torres es una de las principales preocupaciones que se expresarán en el reclamo a los legisladores oficialistas. Las organizaciones denuncian que la «demolición sistemática» tiene como trasfondo el incumplimiento de una ley.

En 2009 la Legislatura aprobó la Ley 3056 que creó el Régimen Especial de Protección Patrimonial. La norma estipula que los inmuebles construidos antes de 1941 deben ser evaluados por el Consejo Asesor de Asuntos Patrimoniales para decidir si pueden ser demolidos.

«Desde su aprobación tienen que hacer un catálogo de inmuebles. De un universo de 141 mil edificios de antes de 1941 eligieron, sin consultar a las comunas, alrededor de 18.500, el 13 por ciento», explicó a Página 12 Mauro Sbarbati, de la organización Basta de Demoler (BdD).

Entre las incontables demoliciones, ya realizadas se encuentra, la vivienda de la década del ’30 derribada en Villa Ortúzar, dentro de la Plaza Malaver, donde se proyecta un edificio de ocho pisos.

En agosto, los vecinos habían contado 57 obras en marcha y 81 casas en venta. El motivo se remonta a 2018, cuando el nuevo Código Urbanístico (CU) permitió elevar las alturas de construcción en el barrio para llegar a diez pisos donde había un máximo de cuatro. Es lo que sucede con la obra de Charlone 1448, frente a la Plaza 25 de Agosto: el «Edificio Verte» tendrá diez pisos en medio de las casas que rodean la plaza. 

Asimismo, los vecinos de Villa Ortúzar luego del festival con gran convocatoria en defensa de la plaza Malaver, se encontraron con un cartel que publicitaba el nuevo edificio: «La plaza es de todos, la vista puede ser tuya», decía. 

«Hay un cinismo de capitalismo salvaje que vende departamentos con vista a la plaza cuando hay gente que vivió toda su vida en Ortúzar y les van a tapar esa vista», señala Gigi Colabella, de Somos de Ortúzar. El cartel fue intervenido con aerosol y ahora dice: «¿La plaza es de todos? La guita puede ser tuya«.

La empresa Interwin, que promociona la obra, bajó luego la publicidad de su Instagram -Foto: IG @somosdeortuzar-

Jonatan Baldiviezo, titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad señaló que en la marcha de mañana pedirán que «se suspenda el CU aprobado en 2018, que permite la destrucción de la identidad de los barrios residenciales de casas bajas e impulsa la sobreconstrucción en barrios ya consolidados».