Tragedia en Coghlan: murieron un hombre y sus dos hijos por inhalación de monóxido de carbono
Los encontraron este viernes por la noche ante un llamado de un familiar. Cuando llegó el SAME, las víctimas ya habían fallecido. Los menores tenían 10 y 12 años.
Un hombre y dos menores fueron hallados muertos este viernes 15 de julio en una vivienda del barrio porteño de Coghlan. Se sospecha que fallecieron tras inhalar monóxido de carbono, motivada por una fuga de gas.
El hecho se produjo en el departamento «C» de Planta Baja del edificio situado en Tamborini al 3700, entre Naón y Washington del barrio de Coghlan. Hasta allí llegaron los Bomberos, tras el llamado de un familiar.
El Grupo Especial de Rescate Saavedra de Bomberos de la Ciudad y personal policial informaron que al ingresar a la vivienda se detectó que todos los ambientes estaban cerrados y localizaron un pequeño escape de gas de la llave de paso, ubicado debajo del calefón.
Una vez dentro del inmueble, tras derribar la puerta, encontraron al hombre, de 45 años, y a los dos chicos, de 10 y 12. Rápidamente dieron aviso al SAME y ventilaron la vivienda pero cuando los médicos llegaron ya habían fallecido. No había signos de violencia ni elementos faltantes.
Faltan realizarle las pericias finales a los fallecidos, pero todo indica que fueron víctimas de inhalación de monóxido de carbono. Se trata de Mauro Ariel Campos, de 42 años, y sus hijos Benjamín y Santiago, de 12 y 8, oriundos de Neuquén, quienes habían llegado el pasado miércoles para disfrutar del receso invernal.
Respecto al hecho, se abrió una investigación por parte de la Fiscalía de Núñez-Saavedra, a cargo del doctor José María Campagnoli.
Por su parte, las autoridades porteñas recordaron que en esta época invernal es necesario asegurar el buen funcionamiento de estufas, y en caso de alguna fuga ventilar los ambientes y llamar a un profesional matriculado.
El monóxido de carbono es un gas muy tóxico que ingresa al organismo a través de los pulmones y desde allí pasa a la sangre, ocupando el lugar del oxígeno. De esta manera, reduce la capacidad para transportar oxígeno a la sangre y hace que las células no puedan utilizar el oxígeno que debería llegarle.
El principal inconveniente es que es llamado «enemigo silencioso», dado que no tiene olor, color, sabor y tampoco irrita los ojos ni la nariz. Por esto, se recomienda además de controlar la instalación y buen funcionamiento de artefactos, mantener los ambientes ventilados, no usar el horno u hornallas para calefaccionar el ambiente y no mantener recipientes con agua sobre la estufa, u otra fuente de calor.
Cabe recordar que según recomendaciones de la empresa distribuidora de gas, Metrogas, la llama de los artefactos encendidos debe poseer un color azulado y no ser de color rojizo o amarillento. La presencia del color azulado significa que se está produciendo una buena combustión. De lo contrario, la presencia del color rojizo o amarillento evidencia una mala combustión la cual consume una mayor cantidad de oxígeno del ambiente.
Producto de esta situación, se reporta entre unas 80 y 120 muertes por año a lo largo del país.