CABA endurece las sanciones por maltrato animal: multas de hasta 8 millones
						La Legislatura sancionó una nueva norma que endurece las sanciones por crueldad, abandono y cría ilegal de animales. Incluye arresto, trabajo comunitario y la creación de un registro público de personas condenadas que no podrán volver a tener contacto con animales.
En el día de ayer, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires llevó a cabo una sesión ordinaria donde trató una variedad de temas. Uno de los proyectos de ley aprobados fue la modificación del Régimen de Faltas y el Código Contravencional, con el objetivo de fortalecer la protección de los animales domésticos y garantizar una tenencia responsable.

La normativa actualiza significativamente los montos de multas, incorpora sanciones alternativas con días de trabajo de utilidad pública y suma nuevas conductas contravencionales.
Entre las situaciones contempladas por la ley, además del incremento de las multas establece el trabajo comunitario obligatorio y posibilidad de arresto para quienes hostiguen, abandonen o mantengan animales en condiciones inadecuadas. También se aumentan las multas por no recoger los excrementos de animales en lugares públicos, siendo más severas para paseadores/as de perros y actividades lucrativas similares.
Además, se incorpora el artículo 140 bis, que prohíbe dejar animales en vehículos cerrados sin ventilación adecuada por tiempo que pueda afectar su salud. A la vez, la ley contempla sanciones más severas para actividades lucrativas, reconociendo la responsabilidad especial de paseadores profesionales, empresas y quienes lucran con servicios relacionados a animales.
El diputado, Emmanuel Ferrario, autor de la iniciativa, agradeció que se aprobara la ley y defendió la iniciativa destacando la necesidad de actualizar las sanciones vigentes. “En los últimos cuatro años hubo 12 mil casos de maltrato animal en la Ciudad y las penas eran irrisorias; hoy estamos subiendo las sanciones y creando un registro de maltratadores. Es un primer gran paso, pero falta», señaló.
Es la primera norma aprobada dentro del paquete legislativo denominado “Ley Huellas”, impulsado por Ferrario y creado junto a más de 250 organizaciones proteccionistas y especialistas, y que prevé más reformas en materia de bienestar animal. «Es una deuda saldada con quienes trabajan hace años, muchas veces en soledad, cubriendo la ausencia del Estado”, destacó. Su objetivo es reforzar el marco normativo para combatir el maltrato animal en CABA, sumando herramientas jurídicas y ampliando las conductas sancionables.

Uno de los ejes centrales de la norma es la creación del Registro de Maltratadores de Animales, que alcanzará a las personas que tengan sentencia firme por la cría ilegal de animales, abandono o maltrato. “Una vez que hay un fallo firme de la Justicia, se los va a poner en el registro, que estará bajo la órbita de la Cámara de Apelaciones en lo Contravencional y de Faltas”, explicó el legislador.
Y agregó «Ese registro será de acceso público, y la inclusión en él implicará “la inhabilitación para convivir o trabajar con animales. La idea no es solo castigar, sino prevenir. Por eso el registro es clave: evita que personas violentas vuelvan a estar cerca de animales”, indicó.
Lo recaudado a través de las multas se destinará a programas de bienestar animal del Gobierno porteño. También explicó su alcance respecto a la ley penal nacional, de 1954: “Siempre que la conducta configure un delito previsto en la Ley Nº 14.346, aplica la ley nacional. Cuando el hecho no configure delito y sí contravención, solo ahí se aplica el Código Contravencional”.
Habrá multas que alcanzan hasta los ocho millones de pesos, trabajo comunitario de hasta 60 días y posibilidad de arresto en los casos más graves. Se incorpora además una nueva figura contravencional específica para quienes dejen animales encerrados en vehículos: “Esto va a estar penado con hasta 60 días de trabajo de utilidad pública y multas que van de $ 1.500.00 a 2.700.000.
Una Ciudad mascotera
Actualmente, en Buenos Aires viven alrededor de 860 mil perros y gatos, una cifra que supera la cantidad de niños de hasta 10 años. En cuatro de cada diez hogares se convive, al menos, con un animal. En ese contexto, la sanción de esta ley busca reforzar el control y la prevención frente a situaciones de crueldad o abandono.

A pesar del crecimiento sostenido de la convivencia con animales en los hogares de la Ciudad, todavía no se cuenta con datos oficiales sobre la cantidad de animales en situación de calle ni sobre el verdadero alcance de los servicios veterinarios públicos. El cumplimiento efectivo de la flamante norma requerirá la articulación entre distintos sectores del Estado.
El cumplimiento de la ley «depende del Ejecutivo, que debe fiscalizar ciertas contravenciones, y también de la Justicia. La UFEMA tiene un rol fundamental: en el primer semestre de este año hubo 700 denuncias por maltrato animal, y ellos son quienes investigan esos casos”.
Además, Ferrario, hace un llamado a la participación ciudadana: “Es clave hacer la denuncia. Si alguien ve un animal encerrado en un auto, por ejemplo, debe llamar a la policía o al 0800-333-47225 (FISCAL) para que actúe la Justicia”. aseguró.
La ley también busca adaptar el espacio público a una convivencia en línea con una transformación social que redefine los vínculos familiares. “Pet friendly no es una moda: significa que todas las familias, sin importar su forma, puedan vivir y moverse plenamente en Buenos Aires junto a sus animales”, sostiene el legislador.
Lo que aún falta: atención veterinaria, caniles y tutela responsable
Si bien la aprobación de esta ley representa un avance significativo en materia de bienestar animal en la Ciudad, Ferrario advierte que se trata “apenas del comienzo”. “Falta mucho por hacer» y menciona que ya presentó otros proyectos que forman parte del paquete legislativo Ley Huellas, enfocados en ampliar la atención veterinaria primaria, fortalecer el control poblacional de animales, regular los caniles públicos y la actividad de paseadores, así como implementar políticas específicas para animales en situación de calle o extraviados.

Uno de los problemas más urgentes, dice, es la limitada oferta de servicios veterinarios. “La gente espera al viernes a las 10 de la mañana para ver si consigue un turno de castración. Es evidente que hay que ampliar la capacidad de atención”, subraya. Además, destaca el trabajo de organizaciones como Zaguates y Callejero Casa Quiere, que colaboraron activamente con estos proyectos. En ese sentido, remarca la necesidad de reconocer y fortalecer la labor de refugios y rescatistas: “Muchas veces cubren vacíos que debería ocupar el Estado. Es fundamental priorizarlos y apoyarlos en el rescate, vacunación y adopción de animales”.
Sobre la situación en el espacio público, Ferrario hace hincapié en la importancia de fomentar una cultura de convivencia y tenencia responsable. “El Gobierno de la Ciudad tiene responsabilidades, pero también los tutores. Tener un animal implica compromiso: paseos, cuidados, atención médica y respeto hacia los demás», afirma.
Finalmente, Ferrario expresó su objetivo de lograr que, antes de fin de año, al menos una de las leyes restantes del paquete Ley Huellas sea aprobada. “Queremos avanzar con los proyectos pendientes: atención veterinaria, regulación de caniles, fortalecimiento de refugios y políticas para animales en calle. El compromiso está, y las organizaciones están empujando junto a nosotros para hacerlo posible”, concluye.
