Denuncia de profesionales del Hospital Tornú: exigen condiciones dignas para médicos y pacientes

La Filial Tornú de Médicos Municipales realizó ayer un acto en las puertas del hospital de Parque Chas, denunciando la crítica situación en la que trabajan y las pésima condición del edificio.

Médicos, enfermeros y profesionales de la salud del Hospital Tornú, realizaron este martes una concentración en las puertas del nosocomio en reclamo al gobierno porteño por las pésimas condiciones en que se encuentra el edificio y «la falta de respuesta de las autoridades» indican.

Desde la Filial Tornú de la Asociación de Médicos Municipales (AMM), denuncian el grave nivel de deterioro con el que conviven a diario tanto médicos como pacientes, «situaciones que son habituales, pero que ya resultan intolerables», declaran.

“Hoy estamos acá convocados por la filial Tornú de la Asociación de Médicos Municipales. Desde hace tiempo, cada vez que nos encontramos en un pasillo, en una interconsulta, o en una calle del hospital, el tema de conversación siempre gira en torno a la tristeza que nos provoca la situación de nuestro hospital. Hace tiempo que cada vez que nos juntamos, terminamos generando una catarsis colectiva al poner en común el problema que nos aqueja. Por eso también estamos todos convocados aquí por el amor que sentimos por nuestro hospital”, indicó el profesional que tomó la palabra.

Señalan que “desde el punto de vista edilicio, hay caídas de mampostería, filtraciones, cañerías tapadas, inundaciones en los subsuelos y en la cocina, conexiones eléctricas inseguras, redes eléctricas que no soportan la carga necesaria para el funcionamiento del equipamiento, entre otros problemas.

A la vez agregan “contamos con una planta quirúrgica con equipamiento insuficiente, ascensores que no cumplen con las condiciones de seguridad adecuadas, y una red eléctrica obsoleta con dudosas condiciones de seguridad. Los arreglos siempre son precarios y transitorios. Esta situación, además de crear un ambiente de trabajo deplorable, también provoca un ambiente inseguro para el personal”.

También denuncian que llevan años solicitando mejoras o traslados para colegas que trabajan en subsuelos sin ventilación ni salidas de emergencia, y con cloacas que se desbordan ante cada lluvia, sin obtener ninguna respuesta.

A su vez indican «los profesionales también enfrentamos falta de insumos básicos y equipamiento, a pesar de haber solicitado su adquisición en tiempo y forma, sin respuesta o con dilataciones y postergaciones en las compras imprescindibles para el funcionamiento. La escasez de camas y colchones disponibles en el hospital es cada vez mayor. La falta de mantenimiento y la adquisición de equipamiento como ECG, gastroscopio, ureteroscopio, que después de meses de reclamos, presupuestos y burocracias, sigue sin solucionarse.

“Nuestra guardia externa no cumple con las condiciones mínimas de seguridad, funcionalidad y equipamiento sanitario tanto para la atención de los pacientes como para el personal de salud que allí trabaja. El pabellón médico no permite un descanso digno para los profesionales, con falta de calefacción, sanitarios nuevos con cañerías deterioradas que no se pueden utilizar, y camas sin colchones ni almohadas. Las calles del hospital presentan pozos y parches que representan un riesgo de caídas y dificultan el traslado de los pacientes en camilla o silla de un lugar a otro del hospital”, detallan en el comunicado al que accedió el medio colega Parque Chas Web.

A todo esto, agregan que existe una situación de falta mantenimiento en el parque del hospital, donde se acumulan ramas, suciedad y agua estancada, favoreciendo el desarrollo del mosquito portador del dengue. “Siendo que nuestra comuna se encuentra en segundo lugar en infecciones por dengue”.

Los profesionales de la salud manifiestan que se encuentran “ante la incertidumbre de lo que vendrá y de cómo podemos construir o luchar por un hospital que no sea expulsivo. Un hospital donde las nuevas generaciones sientan orgullo de formarse y donde tengan ganas de desarrollarse profesionalmente. Queremos un hospital donde las residencias crezcan, y no uno donde los servicios se achiquen cada vez más”.

Señalan, además, que hace un año, la subsecretaria de Atención Hospitalaria, doctora Cordero, recorrió las instalaciones con la dirección del hospital y la filial. “No pueden alegar desconocimiento de la situación hospitalaria. Las denuncias, los reclamos, las fotos, todo el material han sido enviados constantemente a los funcionarios y sus equipos, por lo que sabemos que están al tanto de la situación que enfrentamos diariamente. Pasaron diez meses entre una visita y otra, y ya hace un mes que tuvimos la oportunidad de recorrer el hospital con la doctora Cordero y el doctor Ferrante, Subsecretario de Planificación Sanitaria”.

Las obras prometidas a los reclamos planteados son los siguientes:

• Relocalización del Área Programática.
• Pavimentación de calles y accesos para el traslado de pacientes.
• Reparación del pabellón de guardia.
• Salida de emergencia en citología.
• Reposición de camas faltantes en distintas áreas.
• Celeridad en la reparación y/o reposición de equipos rotos o deteriorados.
• Arreglo de mamposterías y techos en salas de internación y pabellón de consultorios externos.

“Hoy en día, se dice que no hay dinero, sin embargo, hay recursos para la construcción del Centro Regional de Hemoterapia de aproximadamente 3000 metros cuadrados y para armar la nueva sala de Salud Mental. Bienvenidos sean estos progresos.

¿Si hay dinero para renovar un pabellón centenario? ¿No es inmoral dejar a solo 50 metros a personas trabajando y buscando una solución a sus problemas de salud en estas condiciones? Es evidente que cuando hay voluntad política, hay dinero disponible. Ante esto, hemos realizado gestiones en el hospital y en el Ministerio de Salud, y los reclamos realizados son incontables.

Estamos aquí debido a la convicción de querer un hospital mejor. Queremos condiciones dignas de trabajo que nos permitan prestar una atención de calidad a la comunidad. Por el amor que le tenemos al hospital, a la salud pública y a nuestra profesión. Sabemos que hay una comunidad hospitalaria pujante y comprometida. Sabemos que queremos un hospital mejor”, señalaron los profesionales al finalizar el acto el día de ayer.

Desde la Filial Tornú de la Asociación de Médicos Municipales exigen:

• La remoción del director, que durante 12 años permitió que esto sucediera con el aval del Ministerio de Salud. Al cual le pedimos una pronta respuesta y compromiso ante todo lo denunciado.
• El nombramiento de un subdirector por todo lo que implica carecer del mismo desde hace tres meses.
• Condiciones dignas de trabajo.
• Poder contar con los elementos y equipamientos necesarios para brindar atención digna a todos los pacientes que concurren a nuestro hospital, que se cumplan todas las declamaciones de esta Dirección Medica sobre las Misiones y Funciones del Hospital y que no sean solamente una oración escrita o dicha con el solo fin de ejercitarse en la retórica.

Para concluir los trabajadores de la salud del Tornú expresaron que seguirán visibilizando todas estas graves deficiencias, en favor y comprometidos con el Hospital continuarán exigiendo una respuesta. También convocan a la comunidad hospitalaria a participar activamente por el Hospital Tornú.

Asimismo, indicaron que comenzarán desde la semana próxima con un cese de actividades de media hora, con salida de sus lugares de trabajo para reunirse en al parque del hospital. Será semanalmente, en días alternados. Y se convocará a un abrazo de toda la comunidad del Tornú al mástil del hospital.

“Tenemos la plena convicción que si no hacemos conocer esta realidad la misma seguirá oculta bajo el manto de autoridades que deliberadamente lo proponen”, finalizaron.

Un poco sobre el hospital

El hospital General de Agudos Dr. Enrique Tornú fue creado el 8 de octubre de 1904 con el nombre “Sanatorio Dr. Enrique Tornú”, gracias a los esfuerzos del Dr. Emilio Coni (su primer director médico, ad-honorem) y de los Drs. José M. Astigueta y Telémaco Sussini. En sus inicios estuvo destinado a la internación y el tratamiento de enfermos de tuberculosis y contaba con iluminación a gas y el empedrado llegaría al año siguiente a la, por entonces, avenida Donato Álvarez.

El hospital depende de la Ciudad de Buenos Aires y su primer director fue quien propuso bautizarlo con el nombre de Enrique Tornú, para honrar a quien fue un pionero en la investigación de tratamientos climatológicos para la tuberculosis. Los pabellones inmensos, de 2.500 metros cuadrados cada uno, se armaron de este a oeste para que les diera la mayor cantidad de sol. Entonces se creía que la aeroterapia era curativa. Finalmente en 1987 pasó de ser hospital de tuberculosis a uno general.