Malena Guinzburg, vecina de Villa Ortúzar, orgullosa de la remodelación de su casa
La comediante contó en una entrevista para Hola Argentina cómo disfruta de su PH en el barrio, al que recicló en pandemia. “Con el famoso ‘ya que estamos’ me metí en una obra gigante”.
Malena Guinzburg, actriz, comediante, productora y guionista e hija del admirado Jorge Guinzburg es vecina del barrio de Villa Ortúzar y contó en una entrevista para la revista Hola Argentina el orgullo que siente del resultado de la remodelación de su PH que decoró ella misma.
“Vivo acá desde hace más de diez años, pero ya estaba que se caía a pedazos y en 2019 decidí hacer arreglos y con el famoso ‘ya que estamos’ me metí en una obra gigante que se frenó durante meses por el aislamiento. En el ínterin me mudé cuatro veces, hasta que pude volver a casa”, cuenta una Malena orgullosa con el resultado.
“Disfruto mi casa de punta a punta, aunque la cocina es el ambiente que más uso y se intensificó con mi participación en MasterChef, siempre cociné, pero nunca platos sofisticados, siempre fui de las que viven a dieta y no dieta”, confesó a la revista.
Y contó “Algunos tips los sumé, aunque hay cosas que no me interesan, como ensuciar la cocina de harina para hacer unas pastas caseras o freír. Pero con mi novio nos copamos y nos gusta el plan de cocinar algo nuevo y probar”, contó entusiasmada la humorista en la comodidad de su casa, donde vive junto a su gata Chavela y convive de a ratos con Adrián, a quien conoció hace siete meses por una red de citas.
“Tenía todos los prejuicios que puede tener cualquiera, multiplicado por mil por ser conocida. Tener que poner mi nombre y aunque no lo pusiera, que se viera mi cara y que me reconocieran. Me daba mucha vergüenza, pero con la pandemia no tuve mucha opción… Logré vencer mis prejuicios y gracias a eso conocí a mi novio”.
Además de remodelar su casa en Ortúzar y la participación en MasterChef, a la Malena actriz y comediante le va muy bien con la obra de teatro “Las chicas de la Culpa” los viernes en el Metropolitan Sura.
“Es como una previa con amigas, con un tema disparador y mucha improvisación, medio zarpado porque hablamos sin filtros de sexo y temas íntimos. Hacemos juegos y la gente se copa, no sólo las mujeres, sino también los hombres”, cuenta a Marina Cociffi para La Nación.
Al explicar qué significa el humor en su vida dijo “Por supuesto, tengo mis días como todo el mundo, pero el humor forma parte de mi vida. Me alivia y me sirve para hacer catarsis. Es sanador reírse de uno mismo, con papá compartíamos mucho el humor”, indicó.
Sobre su papá, Jorge Guinzburg, quien falleció en 2008, confesó que “En la época en la que mi viejo murió yo estaba muy conflictuada con el laburo: era productora, pero me estaba volviendo una resentida porque lo que realmente deseaba era estar frente a una cámara”.
“Tengo muchos recuerdos familiares y de trabajo. También pienso en los viajes que compartimos. Pero lo que más extraño tiene que ver con lo cotidiano» y contó «lo que más lamento es que papá no haya podido ver mi crecimiento laboral. Para mí era una deuda pendiente».
En relación a él contó una anécdota que le sucedió en MasterChef cuando hizo un chiste con algo como, «este plato era el último deseo de papá, y me salieron a matar diciendo que usaba a mi viejo. ¡Claramente el deseo de papá no era que hiciera una berenjena al horno! Pero bueno, no todo el mundo maneja el humor” indicó.
Nuestra vecina de Villa Ortúzar sigue en camino rumbo a la final del concurso de cocina más famoso del país que entró en las instancias finales, solo quedan 6 participantes y pronto sabremos si Malena es la ganadora.