Crimen de odio: murió otra de las mujeres quemadas en la pensión de Barracas
Desde el Ministerio de Salud porteño dieron a conocer la muerte de Andrea Amarante, una de las cuatro víctimas del brutal ataque que tuvo lugar el lunes por la madrugada en Barracas.
Mercedes Roxana Figueroa (52), no sobrevivió a las quemaduras del 90% de su cuerpo provocadas por su vecino, Justo Fernando Barrientos (68), en un hotel del barrio de la calle Olavarría 1621 en Barracas. El lunes ya había fallecido su compañera de cuarto y de vida, Pamela Fabiana Cobas (52).
Este domingo cerca del mediodía se dio a conocer la muerte de Andrea Amarante (43), otra de las mujeres lesbianas atacada por su identidad sexual. Estaba internada con su cuerpo quemado en un 75% en el hospital Penna desde la noche del ataque. Vivía hace dos meses con Mercedes y Pamela.
Sofía Castro Riglos (49) es la sobreviviente del violento episodio con lesiones menores, quien continúa en observación y, según el parte médico «responde bien a las curaciones», presenta quemaduras de segundo grado y necesitará al menos 15 días más de internación. Por lo que pasará su cumpleaños número 50, el 26, en la cama de un hospital. Sofía pudo declarar como testigo y afirmó que lo ocurrido fue un ataque lesboodiante.
El hecho generó una ola de protestas de organizaciones sociales relacionadas con el colectivo feminista y LGBT quienes marcharon hacia la plaza Congreso en reclamo de justicia, e insisten con enmarcar el ataque como un crimen de odio por la orientación sexual de las víctimas. Hoy volverán a marchar a las 18 bajo la consigna «No es libertad, es odio. Fue Lesbicidio».
Algunos vecinos de la pensión refieren que no había indicios previos que avalen esa circunstancia y que la cosa habría estallado ya que Barrientos las habría increpado porque hacían demasiado ruido cada noche, y en el fragor de la discusión que pasó a los gritos les habría arrojado una botella con aguarrás o disolvente.
En la escena, según fuentes policiales, había un tacho de pintura, un frasco de disolvente y trapos impregnados en el líquido altamente inflamable. Barrientos, de 67 años, está alojado en la Comisaría Vecinal 4D, después de haber sido atendido en el hospital Argerich, ya que luego de desatar la tragedia habría intentado autolesionarse con una sierra en el cuello. En tanto, otros vecinos afirman que “Él les decía `engendros` por su condición sexual. Les decía `tortas`, `gorda sucia`” etc.
Barrientos vivía hacía seis años en la habitación 12 del hotel de la calle Olavarría. Mercedes Figueroa y Pamela Cobas, que eran pareja, se hospedaban en la pensión hace dos años y ocupaban un cuarto situado enfrente del de su agresor. En un establecimiento con alto nivel de morosidad marcado por el resultado de la pobreza, las mujeres llevaban su alquiler al día.
Cómo sigue la causa
La causa fue recaratulada como “homicidio” y la investigación está a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 14 a cargo del juez Edmundo Rabbione. A su vez, el contenido de la declaración de Castro Riglos y los resultados de la pericia permanecen bajo estricta reserva.
En este contexto, Barrientos no fue indagado hasta el viernes por la tarde. Hasta el momento, fuentes del caso indicaron a Infobae que el juez aún no definió el agravante del artículo 80 del Código Penal para determinar si los femicidios fueron agravados por odio al género o a la orientación sexual, identidad de género o su expresión, ya que primero busca determinar si el hombre es inimputable o no.
Asimismo, el daño causado por el ataque no se limitó solo a las tres muertes. En el lugar debieron trabajar bomberos y personal del SAME con 14 ambulancias, una unidad de triage, una unidad de oxigenación y otra unidad de catástrofe. Más de 30 personas fueron evacuadas y 7 debieron ser trasladadas a diferentes centros médicos con quemaduras de diversa gravedad.