Micaela tenía 25 años y murió en su departamento de Villa Ortúzar. Su novio dice que se suicidó, sus padres que fue un crimen.
El hecho ocurrió hace cuatro meses y luego que se dejara de investigar la causa como femicidio, sus padres piden justicia. Los antecedentes de violencia de género y las contradicciones del novio.
Guido Pascuccio, de 34 años, está detenido y es investigado por la muerte de Micaela Rascovsky de 25 años, estudiante de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, a quien se la encontró sin vida hace cuatro meses en su departamento de Villa Ortúzar.
En la madrugada del 13 de abril pasado, Guido Pascuccio hizo un llamado al 911 para alertar que su novia, Micaela Rascovsky estaba convulsionando en el comedor del departamento, donde ambos convivieron durante tres meses y que no reaccionaba.
Al rato hizo otra llamada a la madre de su novia, para darle la peor de las noticias. “No sé qué tomó tu hija, pero te aviso que está viniendo Criminología a retirar el cuerpo”, le dijo a la mujer. Efectivamente, la joven de 25 años, su única hija, estaba muerta.
Cuando el móvil policial llegó hasta el edificio de avenida Triunvirato al 3600 y, una vez dentro de la casa, los efectivos y una médica legista encontraron a la joven sentada en el piso, su espalda contra el sillón, y cubierta con una sábana. No había nada que hacer porque Micaela ya estaba muerta hacía pocas horas, según sus declaraciones posteriores ante la Justicia.
Encontraron sobre la mesa del comedor envoltorios con cocaína abiertos y, en presencia de los efectivos, Pascuccio revisó la cartera de su novia y sacó algunos otros. “Acá hay más”, les dijo y quiso hacer pasar el hecho como un suicidio por sobredosis.
Pero la autopsia reveló que el cuerpo de Micaela Rascovsky presentaba “golpes en el cuerpo de ese día y de días anteriores, mordidas y marcas de ataduras en las muñecas”, “fosas nasales, lengua, labios y esófago limpios”. Además, solo se encontró un 0,2 de alcohol en sangre, otro dato que desmiente la versión del novio.
“Ella no era adicta, él pudo haberla obligado a aspirar eso”, aseguró su madre. La familia de Micaela asegura que el adicto era Pascuccio.
Dos meses después, el 10 de junio, Guido Pascuccio, de 34 años de edad, abogado, fue detenido por orden del fiscal Patricio Lugones a cargo de la Fiscalía N°28.
A finales de junio, el juez Manuel Gorostiaga, a cargo del Juzgado N° 2, procesó a Pascuccio con prisión preventiva por los delitos de lesiones leves doblemente calificadas y homicidio doblemente agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género; es decir, femicidio. También trabó un embargo por más de 85 millones de pesos y calificó como “probado” que las sustancias encontradas en el departamento las había adquirido él.
Sus abogados defensores, Julio Fernando Golodny y Kevin Shalom, apelaron esa resolución y los jueces de la Sala 7 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional rechazó que el hecho se investigue como un asesinato. De esta manera, Pascuccio pasó a estar acusado por los delitos de lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género, en concurso real con abandono de persona agravado por la muerte de la víctima. Ya no se habla de homicidio.
A pesar de que la Cámara rechazó que se investigue la muerte de Micaela como femicidio, familiares y amigos no tienen dudas que fue un asesinato.
Las sospechas y contradicciones de las declaraciones de Pascuccio, las lesiones en el cuerpo, los episodios de violencia de género durante su relación y lo que Micaela misma había advertido tiempo atrás, lo demuestran.
“El 11 de abril la llamé por teléfono y me dijo ‘estoy con un quilombo, te llamo en un rato’, yo pensé que era algo laboral. A la una de la mañana me llamó él y me dijo ‘te quiero avisar que Micaela se fue, discutimos y le tuve que pegar una cachetada’”, cuenta Patricia, la madre de Micaela, en diálogo con Infobae. “Cuando llamé a mi hija ella me dijo ‘fueron tres cachetadas y me re cagó a palos’. Le dije que la iba a buscar y ella me dijo que iba a intentar arreglarlo sola, que él tenía problemas de consumo de drogas y que ella quería ayudarlo. Una ilusa, como todos nosotros”.
Al ser indagado, Guido Pascuccio negó todas las acusaciones en su contra. Dijo que estaba profundamente enamorado de Micaela, pero que la relación no estaba bien y que ella -tras haber perdido un embarazo en enero de este año estaba deprimida y tenía algunos problemas de salud.
Tambien contó que, en la noche del 12 de abril, tras una discusión, Micaela se había quedado tomando una botella de vino en la terraza del edificio y que recién bajó poco antes de las 12, cuando él, según declaró, se fue a dormir. Después dijo que se levantó para ir al baño, que vio a Micaela comiendo helado y que cerca de las 4.20 del día siguiente escuchó ruidos en el comedor y la encontró convulsionando, por lo que intentó reanimarla y 1 ó 2 minutos después llamó al 911.
En su declaración dijo que estaba solo con Micaela, pero en la llamada al 911 se escuchan otras dos voces, una masculina y una femenina.
La evidencia que consta hasta el momento en el expediente, en el criterio de los jueces, indica que Pascuccio mintió en su declaración o al menos no expuso toda la verdad.
Otro punto oscuro en la investigación es la presunta carta suicida, que Guido dijo que encontró una semana después y que ya está en manos de la Justicia, aunque aún no está acreditado si realmente la escribió ella, ni cuándo.
“Yo estoy completamente segura que ella la escribió cuando pensó que tenía cáncer porque estaba muy deprimida”, relató la mamá a Infobae. En esa línea, su psicóloga y su psiquiatra descartaron ante la Justicia que la joven tuviera ideas suicidas en ese momento: iba a donarle un riñón a su madre.
Uno de los principales puntos de la causa -que es investigado de oficio por la Justicia- son las lesiones que presentaba el cuerpo de Micaela al momento de su muerte y los episodios de violencia de género que habrían ocurrido días antes y que ella misma comentó a amigos, compañeros de trabajo y a sus padres, a quienes les envió mensajes con fotos de los moretones.
Guido y Micaela, que estudiaba Medicina, estaban juntos hacía apenas unos meses, aunque se habían conocido en el 2018. A fines del año pasado ella había quedado embarazada, pero resultó ser un embarazo molar, por el cual perdió el bebé y sufrió una depresión importante. Desde ese momento la convivencia con su novio había dejado de funcionar.
La hipótesis de los investigadores
La hipótesis de los investigadores es que frente al ataque o las convulsiones que sufrió Micaela, Guido, en su condición de pareja y de garante, abandonó a su suerte a su novia, a quién había golpeado previamente, hasta que falleció y que luego intentó entorpecer la investigación. Este último punto es el que justifica para los jueces su prisión preventiva. También está siendo investigado por falso testimonio uno de sus amigos que declaró como testigo.
Qué dice la defensa del acusado
La defensa señala que la acusación gira en torno de una muerte cuyos mecanismos de producción no están acreditados” y agregó: “Si no se conoce como murió, ni por qué murió y cuál es la causa no hay femicidio ni hay razones para justificar el abandono seguido de muerte. El fallo de la Cámara es injusto, pero nosotros interpusimos recurso de Casación por el procesamiento y por la prisión preventiva”.
La lucha continúa
Mientras siguen pendientes los resultados de nuevos estudios e informes que colaboren con el esclarecimiento de la causa de muerte de la joven, la familia de Micaela y sus amigos comenzaron con un pedido de Justicia a través de las redes sociales.
A cuatro meses de su muerte: “Nosotros no quisimos salir a decir nada para no entorpecer. Pero esto fue toda una pesadilla y estuvo pésimamente investigado. Mica es hija única, imagínate el shock que fue para nosotros. Desde el primer momento sentí que él la había matado. Con mi marido no podíamos hacer nada más que darle el entierro que merecía y despedirla. Pero ahora queremos que esto se investigue bien”.
Los padres de Micaela Rascovsky piden que se investigue como un crimen, un femicidio.
Ultimas estadísticas:
Según el -Observatorio Lucía Pérez- en lo que va del año en nuestro país ocurre un femicidio cada 29 horas. Desde que comenzó el 2021 ya hemos padecido 194 femicidios y travesticidios. La mitad de las víctimas tienen entre 21 y 40 años, sin duda la franja etaria más expuesta a esta violencia. Pero durante la pandemia creció también el porcentaje de víctimas en edad jubilatoria, superando el 10%.
Si sos víctima o conoces a alguien que sufra violencia de género podés llamar al 144 o comunicarte por WhatsApp al +5491127716463 las 24 horas.