Palermo también presentó su proyecto contra el nuevo Código Urbanístico «Vivimos en un caos habitacional»

Palermo también presentó su proyecto contra el nuevo Código Urbanístico «Vivimos en un caos habitacional»

Los vecinos denuncian que hubo alrededor de 80 demoliciones y más de 180 nuevos emprendimientos en carpeta. También aproximadamente 130 casas en venta de vecinos que se van del barrio.

El colectivo vecinal Palermo Resiste se suma a los barrios que se oponen al nuevo Código Urbanístico y presentó la semana pasada en la Legislatura Porteña su proyecto de ley para frenar la destrucción del patrimonio del barrio y la regulación de la ocupación del espacio público.

“El objetivo es detener la destrucción de nuestro barrio y rechazar la última modificación del código urbanístico que se realizó en el 2018. Desde hace un tiempo sufrimos la construcción a mansalva. Cada vez hay más edificios, cada vez son más los pisos que estos edificios tienen y cada vez hay más departamentos”, contó Carolina integrante del colectivo Palermo Resiste, a Tiempo.

El proyecto presentado en la legislatura abarca la zona conocida como Palermo Viejo, definida por las avenidas Córdoba y Scalabrini Ortiz, y las calles Guatemala y Godoy Cruz; y el otro determinado por la calle Paraguay, Mario Bravo y Av. Coronel Díaz, hasta Córdoba, Scalabrini Ortiz y Guatemala.

El texto plantea regresar al anterior Código Urbanístico que limitaba las alturas de los edificios y la construcción de departamentos ya que el nuevo Código aprobado en el 2018 cuadruplicó la capacidad constructiva al eliminar lo que se conoce como FOT (Factor de ocupación total), permitiendo la eliminación de pulmones de manzana y aumentando las alturas máximas permitidas para edificación, «destruyendo de esta manera, la identidad de nuestro barrio en aras de la especulación inmobiliaria» señalan.

“La edificación descontrolada impacta notablemente en nuestra calidad de vida y en nuestra salud: por los ruidos molestos, por la invasión de ratas, por los servicios que se nos cortan por malas prácticas en la construcción; y por otro lado, por todo el impacto ambiental que esto conlleva”, explicó la vecina. “Por ejemplo por la cantidad de árboles históricos que han arrancado para construir entradas de edificios, o la cantidad de metros que perdimos de pulmón de manzana que se reemplazan por unidades de cemento”, indicó Carolina.

«Realmente nosotros sentimos que vivimos en un verdadero caos habitacional. Han destruidos casas históricas y características del barrio de Palermo. Necesitamos proteger las casas que quedan en pie para defender las características históricas de nuestro barrio”, contó Carolina.

El documento presentado por los vecinos y vecinas de Palermo propone retrotraer los usos permitidos del suelo a lo que la normativa establece como «Baja mixtura de usos N°1», o sea, área residencial con comercios minoristas. El nuevo Código habilitó a las empresas privadas a incrementar la construcción hacia el interior de las manzanas, en detrimento de los pulmones verdes.

Los residentes de la zona aseguran que esto atenta contra la idiosincrasia del barrio de Palermo que cuenta con espacios abiertos en los que predomina el verde. “Es por eso que en el proyecto proponemos también limitar la ocupación edificable hasta un cuarto de manzana, para preservar los pulmones y cuidar nuestro ambiente”.

Se se aprueba la iniciativa vecinal se daría marcha atrás con la exagerada ocupación del espacio público que hoy realizan restaurantes y bares. “Es indispensable regular la actividad comercial con la que tenemos muchos conflictos, para que se preste a convivir sanamente con los vecinos de barrio”, cerró Carolina.

El colectivo Palermo Resiste le solicita a la Legislatura porteña por medio de su proyecto de ley, que suspendan el otorgamiento de permisos de obra y construcción, hasta que se lleve a cabo un estudio del efecto negativo que el código actual está generando en el barrio .

«A falta de políticas ambientales y de planificación urbana, los vecinos de Palermo decidimos organizarnos para enfrentar esta problemática, con el objetivo de recuperar nuestro barrio, defendiendo nuestra calidad de vida y nuestra historia», señalaron.