Sudamtex, aquella usina de trabajo en Villa Ortúzar

Sudamtex, aquella usina de trabajo en Villa Ortúzar

La recordada fábrica de telas funcionó en el barrio hasta mediados de los años 80. Llegó a emplear a casi dos mil trabajadores, cuando quebró. Recorremos un poco de su historia.

La planta Sudamérica Textil Sociedad Anónima (Sudamtex) proviene de una firma Americana llamada United Merchants and Manufacturizing, Co. Se especializaba en la elaboración de una amplia gama de productos textiles a través de la combinación de materias primas naturales y sintéticas.

La casa matriz radicada en Colonia, Uruguay, decide a principios de los años 30 emprender un proceso de expansión. Argentina era por aquellas décadas del siglo XX, un país de avanzada en América Latina, el crecimiento de su economía, la existencia de mano de obra calificada y relativamente barata, fueron los motivos que hicieron elegir a nuestro país y más precisamente a Villa Ortúzar como lugar para construir la sede de su primera planta textil en Sudamérica.

Durante 50 años ocupó una manzana de aproximadamente 14.000 metros cuadrados, comprendida por las calles Girardot, Estomba, Montenegro y Tronador. Fue adquirida el 9 de noviembre de 1934, en $230.000 pagados al contado, a la señora Cesira Pelleschi de Jacobacci.

La zona, conocida como “la quinta de Conti”, tenía sus calles sin pavimentar, excepto Girardot, y se podía hallar en ella alguna cancha de fútbol, como la que utilizó el club Gutenberg hasta 1935. La edificación era más bien escasa y de características sencillas.

En enero de 1935, con planos del Arq. Lyman O. Dudley, comenzó la edificación la empresa alemana Wayss & Freitas, inaugurándose la Planta Girardot en setiembre de 1935, con un plantel de 433 personas. En sus inicios se produjeron solamente telas simples de algodón y recién en febrero de 1936, tejidos blanqueados y estampados. La planta, en esta etapa, ocupaba el frente de las calles Estomba y Girardot y sólo parcialmente las calles Tronador y Montenegro.

Su apogeo:

De aquella fábrica que elaboraba telas blancas sencillas de algodón en 1935, Sudamtex se transformó rápidamente en una industria textil integral que partiendo de materias primas esenciales vegetales como el algodón y sintéticas: poliéster, viscosa y nylon, alcanzaba los tejidos terminados para la fabricación de prendas.

La expansión de las actividades de la fábrica se hizo a un ritmo vertiginoso, llegando a ser, con Grafa y Alpargatas, una de las tres fábricas textiles más importantes del país.

El plantel inicial de 433 personas rápidamente se incrementó llegando a tener 4500, y luego con las modernizaciones de los equipos productivos, el plantel permanente se estabilizó en su apogeo en 1600 personas que trabajaban en tres turnos: de 6 a 14, 14 a 22 y 22 a 6 horas.

Empleados de la planta Sudamtex

La caída

La irrupción, en el mercado norteamericano, de las importaciones a precios irrisorios de productos de origen asiático, puso en riesgo la continuidad de la Empresa madre de Sudamtex, en Colonia del Sacramento, Uruguay.

Se realizaron inversiones importantes, sin obtener los resultados deseados, lo que llevó a la firma norteamericana (UM&M) a declarar la convocatoria de acreedores en aquel país y provocó que, unos o dos años después Sudamtex Argentina, desprovista de la posibilidad de hacer inversiones para modernizar los procesos de producción, se viera en la necesidad de pedir su propia convocatoria de acreedores.

La United Merchants and Manufacturizing, Co (UM&M) fue adquirida por un grupo israelí, que decidió vender todas las plantas no redituables y los activos de Sudamtex fueron al grupo Koner-Salgado, constituido por más de 65 empresas, y que fuera posteriormente condenado por maniobras fraudulentas, por alrededor de $200.000.000.

Este grupo abrió plantas, reales o ficticias, en zonas de promoción industrial, para recibir dolosos créditos fiscales que vendía y, un día en 1988, declararon el cese de las operaciones y la quiebra fraudulenta de Sudamtex, conjuntamente con casi 70 Empresas.

A pedido del personal obrero, el Juez interviniente en la causa por la quiebra, autorizó la continuidad operativa de la planta, realizándose trabajos para terceros hasta que en 1992 cerró sus puertas definitivamente.

La ex secretaria de Grabados, Celia Mariano, contó en una oportunidad al periódico El Barrio Villa Urquiza «La industria producía un revestimiento llamado Listalón para competir con Corlok, no hicieron un estudio de mercado previo y tuvieron muchos problemas”. También fabricaba las telas Lavilisto -no se planchan jamás- , decía su publicidad,  además de camisas, delantales y telas», señaló.

Publicidad 1965

«Los estampados de Sudamtex quedaron como marca registrada, eran atractivos y con tintas de muy buena calidad, lo que les daba una gran durabilidad. Tambien Sudamtex pagaba mejores sueldos que sus competidoras, pero había un cansancio generalizado en la empresa hacia los años 70», agregaba Celia.

«En setiembre de 1965 se eliminó el turno nocturno y también trasladaron la Sección Grabado a Iberá y Colodrero, donde antes funcionaba la empresa Singer«, recordaba. Los empleados trabajaron allí hasta que la fábrica cerró.

Siempre Sudamtex estuvo comprometida en la elaboración de productos de alta calidad y algunas de sus marcas fueron hitos en el mercado textil.

Sus telas, que gozaron de la preferencia de la gente, porque duraban más, no encogían y sus colores eran firmes fueron: Acrocel (para prendas de vestir), Lavilisto, (tejidos para diferentes prendas),cretonas Monarca, Suplesa (tejido para frazadas caladas y compactas), Juilliard (tejido de punto), Bebetex (pañales de tela), Broderina (estampado en relieve),Tapestry (tejido para tapicería), Denims (tela para vaqueros), repasadores Oro y Plata, Acrocel, Firmeroy.

Marcas que llegaron a ser sinónimos para la denominación de tejidos semejantes de otros fabricantes. Una camisa o pantalón de Acrocel, de cualquier origen, se lo denominaba como “Lavilisto”.

Se expansión no se limitó a la planta de Villa Ortúzar, sino que compró y alquiló locales, para realizar procesos de Producción y Servicios Auxiliares, en el mismo barrio, en los de Chacarita, Flores, Villa Devoto y en el microcentro.

Además levantó una fábrica en Azul donde producían las fibras de poliéster “Acrocel”, Chapadur y un aglomerado revestido, el “Flexalon” , no llegando a concretar un ambicioso proyecto en Viedma, Provincia de Río Negro, para lo cual había adquirido 300 Has.

Hoy en el solar que ocupara desde 1935 «Aquel Gigante de Villa Ortúzar«, tal como tituló su nota Adrián Alauzis para el Periódico El Barrio, se halla un supermercado mayorista, muestra del retroceso industrial en Argentina.

El tiempo no mata los buenos recuerdos

En 1977, sus ex empleados se habían reunido en la Cantina de David, pero no hubo encuentros posteriores sino a hasta después del 99. «La primera reunión fue anunciada en el diario Clarín, y asistieron veinte personas», recordaba la ex secretaria Celia.

Los compañeros de la Sección Grabados de Sudamtex se reunían dos veces por año, los segundos sábados de junio y diciembre, en un tenedor libre de Belgrano para cenar y rememorar viejas épocas, aquellas que el tiempo no puede derribar y que mantiene vivos los afectos.

Fuentes:
Adrián Alauzis (Periódico El Barrio)
Villa Ortúzar Mi barrio (fanpage)
Boletín Mensual del Observatorio del Patrimonio Histórico-Cultural
Publicidades: magicasruinas.com.ar